El expresidente francés Nicolas Sarkozy sufrió este jueves un revés por el rechazo de la mayor parte de los recursos que había presentado para anular la investigación judicial en la que está imputado por la presunta financiación de su campaña electoral de 2007 con dinero del régimen libio de Muamar al Gadafi.
AntilavadoDeDinero / EFE
La sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París desatendió lo esencial de los argumentos de Sarkozy y solo anuló parcialmente los motivos de uno de los cargos de la inculpación, por violación del código electoral.
Vincent Brengarth, el abogado de la ONG Sherpa, que se ha constituido en acusación particular en esta instrucción, se felicitó por el dictamen de la sala de instrucción en declaraciones al canal «BFMTV», porque el procedimiento va a poder continuar.
Los abogados del que fuera el jefe del Estado francés entre 2007 y 2012 se quejaron del «corporativismo judicial» que a su parecer está detrás de la decisión del Tribunal de Apelación, que todavía puede ser recurrida ante el Supremo.
La investigación se abrió en 2013 por las sospechas de que Sarkozy se benefició para la campaña que lo llevó al Elíseo de fondos procedentes del entonces líder libio Gadafi.
Fue imputado en marzo de 2018 después de un sonado interrogatorio que se prolongó durante 25 horas en las que estuvo formalmente bajo arresto.
En esta instrucción no es el único imputado. En la lista hay tres de los que fueron sus ministros, Claude Guéant, Éric Woerth y Brice Hortefeux.
Tampoco es el único caso judicial que persigue al expresidente conservador.
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En primer lugar, entre finales de noviembre y comienzos de diciembre será juzgado por corrupción y tráfico de influencias, por supuestamente haber intentado obtener informaciones confidenciales de un magistrado sobre otra investigación que le afectaba a cambio de un favor.
Además, entre marzo y abril del año próximo se sentará en el banquillo también por una presunta financiación ilegal de su campaña presidencial de 2012, en la que fue derrotado por el socialista François Hollande.