La ciberseguridad está evolucionando cada vez más en las estratégicas de negocio

En un entorno empresarial cada vez más digitalizado, la ciberresiliencia se ha convertido en un pilar fundamental para garantizar la continuidad y el éxito de las organizaciones. Según Deloitte, la función de ciberseguridad está evolucionando, integrándose cada vez más en las decisiones estratégicas de negocio. Este enfoque permite a las compañías no solo protegerse de las amenazas actuales, sino también adaptarse a los retos futuros.

A continuación, exploramos cómo las empresas pueden fortalecer su ciberresiliencia mediante la integración de la ciberseguridad en la gobernanza, el desarrollo de capacidades avanzadas y la creación de una cultura organizativa resiliente.

El 37 % de las entidades significativas bajo Supervisión Bancaria del Banco Central Europeo han comunicado un incidente de ciberseguridad durante el 2022

1. La ciberseguridad como parte del gobierno corporativo

Para que las compañías se conviertan en verdaderamente ciberresilientes, la ciberseguridad debe integrarse en su gobierno corporativo, potenciando el rol ejecutivo del Chief Information Security Officer (CISO). A medida que las funciones del CISO se alejan del ámbito puramente tecnológico, su papel en la organización adquiere un enfoque más estratégico.

La independencia de la función de ciberseguridad respecto de las áreas tecnológicas ha demostrado ser un acelerador clave en la evolución de esta disciplina dentro de la industria financiera. De hecho, estudios recientes indican que a medida que la madurez en ciberseguridad aumenta, el CISO desempeña un papel más ejecutivo y estratégico, lo que permite una respuesta más ágil y efectiva a los riesgos emergentes.

2. Desarrollo de capacidades avanzadas: una inversión estratégica

Las organizaciones que buscan liderar en ciberseguridad deben asegurarse de dimensionar y financiar adecuadamente sus recursos y capacidades. La función de ciberseguridad debe alinearse con el plan estratégico de la compañía, gestionando tanto el talento como las inversiones tecnológicas necesarias.

Al analizar la evolución de las ratios de inversión en ciberseguridad respecto a los ingresos, especialmente en sectores como el asegurador, vemos una tendencia clara hacia el aumento de los recursos dedicados a proteger la información y los sistemas críticos. Este esfuerzo es clave para mejorar el nivel de madurez en ciberseguridad de las organizaciones, lo que se traduce en una ventaja competitiva frente a los competidores menos preparados para enfrentar los ciberataques.

3. Ciberseguridad en la cultura corporativa
 Una de las claves para construir una compañía ciberresiliente es fomentar una cultura organizativa donde la ciberseguridad esté integrada en todas las áreas. Los empleados y colaboradores no solo son los activos más valiosos en caso de un ciberincidente, sino también la primera línea de defensa ante las ciberamenazas.

Para lograrlo, las compañías deben apostar por la formación continua en ciberseguridad, lo que fortalece la conciencia y las capacidades de protección de toda la organización. La implicación de los empleados es esencial para garantizar que los sistemas y procesos de seguridad sean efectivos, minimizando así los riesgos.

4. Retos y oportunidades de la inteligencia artificial

La inteligencia artificial (IA) plantea tanto retos como oportunidades para la ciberseguridad. Por un lado, las nuevas aplicaciones basadas en IA exigen una estrategia de seguridad por diseño, anticipando y protegiendo sus posibles vulnerabilidades. Por otro lado, la IA puede ser una herramienta poderosa para automatizar procesos de protección y detección de amenazas, mejorando la eficiencia y reduciendo los tiempos de respuesta.

Sin embargo, los cibercriminales también están utilizando la IA para mejorar sus técnicas de ataque, desde la ingeniería social hasta la creación de malware más sofisticado. Por ello, es fundamental que las organizaciones mantengan sus sistemas actualizados y se anticipen a estas nuevas amenazas.

5. La importancia del talento especializado

La escasez de talento en ciberseguridad sigue siendo una de las principales barreras para que las compañías se vuelvan verdaderamente ciberresilientes. La creciente demanda de profesionales capacitados, junto con el rápido avance de las tecnologías, obliga a las empresas a ser creativas en la retención y desarrollo del talento.

Dos estrategias clave son ofrecer modelos de trabajo flexibles y desarrollar programas de formación y certificación especializados. Además, muchas organizaciones optan por un modelo híbrido, complementando sus capacidades internas con proveedores especializados en áreas emergentes como la seguridad en la nube.

6. Nuevas regulaciones y el papel de los directivos

El incremento de los incidentes de ciberseguridad ha llevado a los reguladores a endurecer los requisitos para las empresas, especialmente en el sector financiero. Un ejemplo clave es la nueva ley europea Digital Operational Resilient Act (DORA), que entrará en vigor en enero de 2025, y que exigirá a las organizaciones financieras una mayor preparación ante los incidentes de ciberseguridad.

Además, la directiva NIS II refuerza la protección de sectores esenciales, incluyendo la imposición de sanciones e inhabilitaciones para directivos que no aseguren adecuadamente la protección de los servicios y la respuesta a incidentes. Esto aumenta la presión sobre los comités de dirección para garantizar que la ciberseguridad esté en la agenda estratégica de la organización.

Más del 50% de las compañías vinculadas al sector financiero con una póliza de ciberseguridad han declarado un incidente significativo

Conclusión

El futuro de la ciberresiliencia pasa por un enfoque integral que incluya la gobernanza, la inversión en capacidades avanzadas, el talento y una sólida cultura organizativa. Las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial ofrecen grandes oportunidades, pero también plantean nuevos riesgos que las organizaciones deben anticipar y mitigar.

La clave para las compañías no está solo en evitar los ciberincidentes, sino en desarrollar una cultura de ciberseguridad que las haga resilientes por diseño. Solo así podrán proteger sus activos más valiosos, garantizar la continuidad del negocio y crear una ventaja competitiva sostenible a largo plazo.

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