“La extorsión no es algo nuevo ni privativo de un país; se ha extendido por Latinoamérica y los modus operandi cambian por temporada, explotando las necesidades de las víctimas”.
antilavadodedinero / sinembargo
Montadeudas, supuestos integrantes del crimen organizado, amenazas, derecho de piso, secuestro virtual, sextorsión, son algunas de las modalidades de los delincuentes para extorsionar a la ciudadanía.
La extorsión no es algo nuevo ni privativo de un país; se ha extendido por Latinoamérica y los modus operandi cambian por temporada, explotando las necesidades de las víctimas.
Por ejemplo, este año despuntaron las extorsiones como una medida para la cobranza ilegal, luego de que las personas solicitaran préstamos a través de aplicaciones y no pudieran liquidarlos ante los cambios abusivos en las condiciones de pago.
Aunque la moneda ha cambiado de cara y la situación ha comenzado a revertirse. Ya no solo las autoridades previenen a la población sobre nuevas maneras de delinquir, también los ciudadanos se cuidan entre sí, a través de cadenas de WhatsApp, redes sociales o de boca en boca, alertando acerca de nuevas formas de operar de los delincuentes.
Una mayor cooperación con las autoridades al reportar y denunciar los delitos a los que han sido expuestos o han sido testigos fortalecen la cultura de la prevención en esa dinámica de cuidado colectivo. Tan es así que, gracias a esta colaboración conjunta, en agosto, en la Ciudad de México, se llevaron a cabo operativos para desmantelar a bandas que extorsionaban desde call centers, en operaciones llamadas “montadeudas”.
Visibilizar las estrategias delictivas de los extorsionadores permite que otras personas sepan cómo actuar en caso de recibir una de esas llamadas telefónicas donde amenazan con dañar a su familia si no acceden a realizar un pago, en principio exorbitante y muy rápido rebajado, o cuando les dicen pertenecer a un grupo de alta peligrosidad y deberán pagar una cuota para no ser lastimados.
Esta es una forma de contribuir, desde la ciudadanía, en la disminución de la incidencia delictiva. De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el periodo enero-agosto de este año las extorsiones bajaron 59 por ciento en la Ciudad de México, con relación al mismo lapso de 2019.
Y el análisis de reportes que el Consejo Ciudadano de la capital nacional ha atendido este 2022, a través de su Línea de Seguridad y Chat de Confianza 55 553 5533, indica que en el 91 por ciento de los casos fracasan los intentos de los extorsionadores.
Denunciar, por la vía del Ministerio Público o de organismos que ofrecen orientación, se ha significado como un escudo de la ciudadanía cada vez más difícil de derribar para los delincuentes.
Los reportes al Consejo permiten nutrir una base actualmente con más de 233 mil números telefónicos relacionados con extorsiones o fraudes. La app No+Extorsiones advierte a las y los usuarios, de IOS o Android, del momento en que reciben llamada de uno de esos teléfonos.
Es así como la denuncia ciudadana contribuye a desactivar un delito como la extorsión y a fortalecer la cultura de la prevención.