El lavado de dinero y el narcotráfico apuntan a nuevas estrategias de cooperación. La conocida como Mano de Hierro de Mauricio Macri dice que se observa con atención la zona de la Triple Frontera.
Es muy amable un policía vestido de civil en la puerta del Ministerio de Seguridad de Argentina y esa complicidad en el idioma que suena a clave en ese recinto de adustos gendarmes suaviza el protocolo de las estrictas medidas de seguridad para ingresar al edificio ubicado en un coqueto barrio de Buenos Aires.
Patricia Bullrich, doctora en Ciencias Políticas, de prolífica y camaleónica carrera política que hasta la vincula con el ex movimiento guerrillero peronista Monteros (1970), que ella niega, es la Mano de hierro del presidente Mauricio Macri desde que asumió en el 2015.
La ministra de Seguridad recibió recibió a la comitiva encabezada por la fiscala general, Sandra Quiñónez, quien junto a la fiscala de Delitos Informáticos, Irma Llano, firmaron un compromiso para la lucha contra la corrupción y el crimen organizado.
“Café, agua o tereré”, ofrece amablemente, consustanciada con las costumbres paraguayas.
Paraguay, Argentina y Brasil comparten la Triple Frontera, que a criterio del Departamento de Estado (EEUU) es centro del lavado de dinero y fuente de financiamiento del grupo terrorista Hezbollah. Pero, el delito que más golpea a los dos países es el narcotráfico que ha obligado a nuevas estrategias de cooperación.
-¿Cómo va la cooperación en materia de seguridad a partir del gobierno de Macri?
-La cooperación entre ambos países siempre ha sido positiva, hemos tenido muchísimos casos de investigaciones que se han llevado adelante, intercambio de información y hoy hemos dado un paso más hacia adelante con la fiscal general Sandra Quiñónez, con la mesa de trabajo para la desestructuración de las bandas narco-criminales que operan en ambos lados.
Nosotros tenemos una teoría; que cuando un cargamento cruza a la Argentina, ese cargamento debe tener un contacto o un capitalista o alguien que facilita y da esa facilidad al comprador y al distribuidor argentino. Esta mesa de trabajo tiene por objetivo que las investigaciones no se corten, que la investigación se abra también en ambos lados, y así desarmar las organizaciones. Estamos dando el salto en la calidad de la información. La frontera no puede ser un límite para cortar esa investigación.
-¿El delito del narcotráfico es el que golpea más a los dos países?
-El narcotráfico, también tenemos otro tipo de delitos en la frontera como la trata de personas, problemas de delincuentes paraguayos que vienen a esconderse en la Argentina o viceversa. Tenemos una colaboración importante en la búsqueda de prófugos, para que no tengan lugar donde refugiarse. Ni acá ni en Paraguay. Si un delincuente argentino piensa que puede refugiarse en Paraguay, que sepa que no se va a quedar tranquilo. Que los vamos a buscar.
En este tiempo tuvimos colaboración muy importante de delincuentes escondidos, como la captura de Pérez Corradi (el rey de la efedrina que vivió en Paraguay protegido por la propia Policía).
-¿Qué le sugiere la Triple Frontera? Para EEUU es centro de lavado de dinero y fuente de financiamiento de Hezbollah.
-Bueno, los tres países hemos trabajado en la Triple Frontera desde hace muchos años, demostramos un alto nivel de colaboración y también, capacidad de operaciones en conjunto, como el caso del clan Barakath (acusada de remesar dinero al terrorismo islámico).
En Argentina se le congelaron los activos, en Paraguay se le dictó la orden de captura y en Brasil se lo detuvo. Quiere decir que en la medida en que se descubran casos, inmediatamente vamos a operar en conjunto. Acá lo importante es que la mesa de inteligencia contra el terrorismo funcione bien y podamos tener bien claro cuáles son los potenciales miembros que se esconden atrás del comercio de la zona y podamos atacar, sea cual sea el país donde comience la investigación, los tres debemos seguirla.
-Cuando el nuevo gobierno de Mario Abdo Benitez desató una crisis diplomática con Israel por el traslado de la embajada, ¿hubo preocupación en Argentina ante ese giro diplomático?
-La verdad que soy ministra de Seguridad, no quiero dar una opinión, que es rol de la Cancillería.
-Le pregunto por lo de la Triple Frontera, que es un tema sensible de seguridad.
-Nosotros hemos tenido dos atentados donde Hezbollah (organización político-terrorista del Líbano) está apuntada en la causa judicial, ha sido responsable. Tenemos una mirada muy atenta a cualquier movimiento que pueda hacer Hezbollah en la Triple Frontera. Confiamos en que una situación de este tipo no va a cambiar.
No tuvimos ninguna información de que Paraguay vaya a cambiar su política en la Triple Frontera. Si fuera así, nos preocuparíamos, pero por ahora no hemos tenido ningún tipo de comentario al respecto.
-El narcotráfico golpea a nuestros países. Ud afirmó una vez que los movimientos sociales han permitido el narcotráfico como un mal menor. En Argentina, ayer nada más se dio nuevos datos sobre el aumento de la pobreza. ¿Más pobreza es más inseguridad?
-Nosotros demostramos que no es automático. El año pasado hubo crisis financiera, aumentó del dólar y hubo crecimiento de pobreza, pero mantuvimos los mismos números del 2017.
Quiere decir que a una situación social peor hemos logrado mantener números de baja del delito y estabilidad en el caso de los homicidios. Creemos que es posible crear una política criminal y de seguridad que no haga automático que, a más pobreza más inseguridad.
-¿Cómo ve a la comunidad paraguaya desde la perspectiva de la inseguridad?
-La comunidad paraguaya en Argentina en primer lugar es una comunidad muy trabajadora, muy inserta en el país, luego cuando uno mira la cantidad de delitos que han cometido los ciudadanos paraguayos es acorde al número de paraguayos que hay. Donde hay un poquito más de crecimiento es en el tema narcotráfico. Ahí hay una mínima parte de la comunidad que se ha organizado en clanes.
Hay 7% de presos extranjeros en Argentina, los primeros son paraguayos, pero por la cantidad en términos migratorios. En el caso narcotráfico esto aumenta al 22%. Lo mismo nos pasa con Bolivia, y la cocaína. El 99% de la comunidad paraguaya es una comunidad de trabajo.
La entrevista duró 15 minutos. Finalizada la nota, Walter nos despide con amabilidad en la puerta del ministerio. Dice que es del Chaco argentino y cuenta con orgullo que está casado con una paraguaya.
ALD/Ultimahora