En Oregon, las autoridades explican que exterminaron con el plan de convertir en pesos las ganancias de los carteles mexicanos, quienes utilizan a los ciudadanos chinos para evadir las leyes financieras.
Según las autoridades, desde hace 20 años existe una relación entre los chinos de Estados Unidos y los carteles mexicanos.
Como parte de la guerra comercial, China tiene más restricciones en sus regulaciones bancarias por lo tanto aumentó la demanda de dólares en los ciudadanos chinos que viven fuera de su país, y los chinos que viven en los Estados Unidos.
A su vez, las leyes de fuga de capitales de China permiten a los chinos que viven fuera de sus país acceder a 50.000 dólares por año de sus cuentas bancarias, para un chino con poder adquisitivo sería insuficiente.
La fiscal federal adjunta Katie de Villiers explicó que “los especialistas en lavado de dinero emplean métodos cada vez más sofisticados…Hemos notado un incremento en la demanda de la divisa estadounidense por parte de chinos aquí en Estados Unidos en los últimos tres años”.
Por su parte, la Administración de Control de Drogas (DEA) halló una operación delictiva internacional triangular y participan los carteles de las drogas mexicanos, quienes utilizan a ciudadanos chinos que viven en Estados Unidos para hacer llegar sus ganancias al sur de la frontera.
En la operación, los chinos buscan el dinero en efectivo porque no tienen acceso por las nuevas restricciones bancarias en China. En México, permiten depositar un máximo de 4.000 dólares por mes en cuenta.
La fiscal explica que aunque no es óptimo “no es suficiente para las organizaciones de traficantes de drogas”, los carteles requieren cambiar los dólares en pesos para poder disponer de sus ganancias.
Los fiscales federales en Oregon afirman que más de 19 millones de dólares fueron transferidos entre más de 251 cuentas bancarias chinas en el marco de este complot.
Los fiscales acusaron el mes pasado a los ciudadanos: Shefeng Su, Xinhua Li Yan, y a Xiancong Su, por lavar unos 29 millones de dólares en Oregon y coordinaron la entrega de dinero en efectivo en otros estados Detroit, Los Ángeles, Boston, Chicago, Fort Worth, Houston, el barrio neoyorquino de Brooklyn y Atlanta.
Estos ciudadanos son miembros de una organización delictiva, quienes vendieron grandes cantidades de dólares producto del tráfico ilegal de drogas a otros ciudadanos chinos que viven en Estados Unidos, pero ninguno ha sido capturado, se presumen están fuera de los Estados Unidos, dicen los funcionarios.
Nuevo Herald