La mafia es el otro virus que enfrenta Italia en pandemia

La emergencia sanitaria ha favorecido la expansión de los negocios de la mafia italiana. Los principales grupos criminales, la ‘Ndrangheta, la Camorra y la Cosa Nostra, han aprovechado la pandemia para reforzar su presencia en sectores tradicionales como la sanidad y el tratamiento de residuos, pero ahora también ofrecen préstamos fraudulentos a los negocios necesitados por la crisis.

Antilavadodedinero / OrdenMundial

En medio de una emergencia gana poder quien sea capaz de responder rápido a las necesidades básicas. Los grupos criminales italianos lo han conseguido con la pandemia de la covid-19: compran o falsifican geles hidroalcohólicos, mascarillas y fármacos, que luego distribuyen en las tiendas de los territorios donde tienen presencia. Esta crisis ha puesto de relieve la fragilidad del sistema público y privado italiano.

La mafia se beneficia del aumento de la pobreza extrema en el país, que alcanza los 5,6 millones de personas, y de la desesperación de muchos de los 3,3 millones de trabajadores irregulares, concentrados en las regiones del sur, ofreciéndoles préstamos fraudulentos.

Pero ese interés no es solo económico: los grupos criminales buscan consolidar su control político y territorial en Italia y expandirse aún más en los mercados globales.

Bienestar social patrocinado por la mafia 

Mientras el cártel de Sinaloa reparte víveres y mascarillas con la cara del Chapo Guzmán en México, los clanes italianos aprovechan la pandemia para reforzar sus vínculos con la ciudadanía. Durante los primeros meses de confinamiento, la ‘Ndrangheta en Calabria, la Camorra en Campania y otras.

Italia fue el primer país de Occidente que quedó aplastado por la pandemia y durante algún tiempo fue su epicentro mundial.

Con el octavo mayor número de casos en el mundo, este mes se convirtió en el segundo país en Europa que supera las 50.000 muertes.

En julio, cuando las infecciones diarias se redujeron a poco más de 100, se instaló una falsa sensación de seguridad cuando Italia abrió sus puertas a los turistas y se redujeron las restricciones.

Ahora está pagando el precio, luchando contra una segunda ola letal y, una vez más, sus cifras de muertes están entre las más altas de Europa.

Pero a diferencia de marzo, cuando la pandemia se centró en la rica región norte de Lombardía, ahora la segunda ola también está golpeando al empobrecido sur.

Calabria es la región más pobre de Italia y una de las más pobres de Europa occidental.

Y si bien su tasa de infección y las cifras de cuidados intensivos son más bajas que en el norte de Italia, su frágil sistema de salud se está colapsando, por lo cual ha sido colocada en la categoría de mayor riesgo.

Por que está sufriendo el sur

Calabria ha quedado rezagada durante décadas de mala gestión política y saqueo por parte de su mafia, la ‘Ndrangheta, que se infiltró en el sistema de salud.

Las bandas criminales se apoderaron de los recursos y acumularon deudas masivas, lo que provocó el cierre de 18 de sus hospitales públicos y cortes salvajes de camas y personal hospitalario.

Hace unos días, un importante político local fue arrestado, acusado de lavar dinero a través de farmacias controladas por ‘Ndrangheta a cambio de apoyo de la mafia.

La corrupción exacerbó una serie de fallas políticas.

Dos comisionados de salud de la región fueron despedidos el mes pasado. Uno después de que declaró que las mascarillas eran inútiles y que la única forma de contraer el virus era besar a una persona infectada con la lengua durante 15 minutos.

Otros dos candidatos propuestos por el gobierno rechazaron el puesto.

«Calabria se encontró sin los hospitales adecuados para cumplir incluso con los requisitos mínimos del coronavirus, por lo que todo el sistema se derrumbó», afirma Santo Gioffrè, un ginecólogo que, como jefe de una autoridad de salud local, expuso el fraude hace cinco años, pero, dice fue, silenciado por las autoridades.

Santo Gioffrè
Santo Gioffrè, jefe de una autoridad de salud local, expuso el fraude hace cinco años, pero dice que fue silenciado por las autoridades.

Esa emergencia está paralizando la economía de Calabria, la designación de «zona roja» cerró negocios por segunda vez este año.

Mafia y covid, una doble pandemia

En el restaurante «L’A Gourmet» de Filippo Cogliandro, las sillas están apiladas en mesas vacías debajo de candelabros de vidrio, y la cocina está en silencio.

«Un restaurante es como una orquesta», me dice, describiendo los sonidos de los cocineros en el trabajo y el ruido de los platos.

«Y es muy difícil verlo mudo», agrega, con lágrimas en los ojos.

Filippo Cogliandro
Pie de foto,»Tanto la ‘Ndrangheta como el Covid son pandemias», dice Filippo Cogliandro.

Para el chef galardonado, la situación es similar a la de hace 12 años, cuando se negó a pagar el dinero de la extorsión de ‘Ndrangheta y las amenazas de la mafia mantuvieron alejados a los clientes.

Pero entonces logró reconstruir su camino de regreso, y dice que ahora puede hacerlo de nuevo.

«Tanto la ‘Ndrangheta como el Covid son pandemias«, dice, mientras el sol de la tarde brilla a través de las ventanas del elegante palazzo centenario que alberga su restaurante.

«Destruiremos el virus con una vacuna, pero la lucha contra la mafia llevará más tiempo», agrega.

Italia está comenzando a aplanar la curva nuevamente y el valor ‘R’, la tasa de reproducción del virus, ha caído por debajo de 1 en varias regiones, incluida Calabria, que ahora, como resultado, ha pasado de ser una zona roja a naranja, lo que permite mayor movimiento a nivel local.

Pero el virus ha dejado al descubierto la fragilidad de este rincón de Italia lleno de cicatrices.

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