La ‘Ndrangheta encontró en Alemania su refugio para lavar dinero

Las redadas internacionales masivas contra la organización italiana ‘Ndrangheta han vuelto a poner en el punto de mira el blanqueo de dinero en Alemania. ¿Ha encontrado el crimen organizado un refugio en este país?

antilavadodedinero / DW

Las redadas coordinadas de esta semana contra estructuras de la ‘Ndrangheta en toda Europa ocuparon los titulares internacionales y generaron explosivas historias sobre los detalles de la investigación, pero no han causado mucha sorpresa entre los investigadores avezados de la mafia.

Esas medidas «no van a cambiar nada sobre las operaciones de la mafia en Alemania», afirma Petra Reski, periodista alemana afincada en Italian que lleva años informando sobre las actividades de organizaciones mafiosas. «Se puede detener a unas cuantas personas, pero eso no cambia la estructura», explica a DW.

Unas 108 personas fueron detenidas en Italia, y más de 30 en Alemania, tras una investigación de cuatro años denominada Operación Eureka sobre tráfico de drogas y armas. Reski ha escrito varios libros sobre la mafia italiana, y, para ella, las detenciones de esta semana supusieron una cierta gratificación, ya que algunos de los arrestados la habían demandado y amenazado por trabajos anteriores.

La reputación de Alemania como refugio para la mafia

Aunque la Policía alemana cooperó en la investigación y algunas de las detenciones se llevaron a cabo en Alemania, estas se ejecutaron en virtud de una orden de detención internacional presentada por las autoridades italianas, dice Reski. «Estas detenciones no podrían haberse producido en absoluto en el marco de la legislación alemana», declara a DW. «En Alemania, el mero hecho de pertenecer a una organización mafiosa no es perseguible. También hay que probar un delito real».

Alemania tiene, desde hace tiempo, la reputación de ser un refugio seguro para el crimen organizado. Muchas de las redadas se centraron en el estado de Turingia, en el este del país, un estado federado que se convirtió en bastión de la mafia tras la reunificación, cuando la falta de interés de las fuerzas del orden hizo que organizaciones criminales italianas pudieran comprar allí bienes inmuebles.

Hasta ahora, Alemania sigue siendo una economía muy favorable al dinero en efectivo. A día de hoy, no hay un límite para pagos en moneda contante y sonante. Pero si se realizan pagos de más de 10.000 euros en efectivo, hay que mostrar un documento de identidad, y esos datos deben ser registrados y almacenados. Eso se debe al marco legal de la Unión Europea contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo.  

Y desde 2020 se debe mostrar una identificación si se compran más de 1.999 euros en metales preciosos. La ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, quiere limitar los pagos en efectivo a 10.000 euros, mas esos planes aún no se han concretado. Todo esto hace que sea extremadamente fácil para los grupos mafiosos lavar dinero en Alemania.

Hasta abril de 2023, incluso los inmuebles podían comprarse en efectivo, lo que podría ser particularmente lucrativo en ciudades como Berlín, donde el mercado inmobiliario promete ganancias astronómicas.

Consecuencias para toda la sociedad

El hecho de que grupos del crimen organizado se han aprovechado de empresas fantasma es de dominio público desde 2016, cuando se filtraron los Papeles de Panamá. «No podemos llamar a esto un gran avance, pero tal vez sea un éxito parcial contra partes de la mafia», dice Andreas Frank, que es autor de «Dreckiges Geld» («Dinero sucio»), y ha pasado tres décadas investigando y escribiendo sobre lavado de dinero en Alemania. «La ‘Ndrangheta es algo a lo que nos enfrentamos desde hace mucho tiempo», subraya.

Frank cree que se subestima el daño que causa el crimen organizado. «La mafia es altamente peligrosa, socava nuestra economía», dice. «Como empresa legítima, es muy difícil competir con las empresas dirigidas por la mafia. Y la ‘Ndrangheta es sólo una de las muchas organizaciones».

Para Reski, toda la cuestión se reduce a la voluntad política: «No hay voluntad política en Alemania para luchar contra la mafia, esa es la cuestión», concluye. «Porque los políticos alemanes ven la inversión de la mafia como un motor económico. El dinero llega, y no quieren saber de dónde viene».

Esto tiene repercusiones internacionales mucho más allá de la actividad mafiosa, como señaló Frank: «Si no puedo hacer cumplir las leyes contra el blanqueo de dinero, no debería sorprenderme que las sanciones contra Rusia no funcionen. Ni siquiera sé dónde están esas fortunas rusas».

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