El hijo de un exdiputado paraguayo está acusado de coordinar grandes cargamentos de cocaína hacia Europa, lo que ilustra cómo élites corruptas han tenido influencia en el posicionamiento de Paraguay como importante proveedor de la cadena logística de la cocaína hacia Europa.
Antilavadodedinero / InSightCrime
Fernando Enrique Balbuena Acuña, alias «Riki», fue detenido el 9 de enero en medio de una serie de allanamientos, según información de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) de Paraguay. Balbuena Acuña es hijo de Elvis Ramón Balbuena, exdiputado por el departamento de Cordillera. El padre no ha sido acusado de ningún delito, y declaró a los medios paraguayos que no tiene relación con su hijo.
Una investigación de siete meses a cargo de la SENAD llevó a la captura de Balbuena Acuña y de otras tres personas, entre ellas un ciudadano ucraniano. Las autoridades también decomisaron cerca de una tonelada de cocaína en una propiedad a solo 200 metros de la residencia de Balbuena Acuña, en las afuertas de la capital Asunción.
Según la SENAD, Balbuena Acuña es el presunto responsable del «acopio y envío» de grandes volúmenes de cocaína por la vía fluvial Paraguay-Paraná. Posteriormente, se traficaban las drogas hacia Europa.
Días después del arresto de Balbuena Acuña, el exdirector de la Penitenciaría Tacumbú, la mayor prisión del país, fue detenido por presunta participacion en la organización traficante de Balbuena Acuña. Julio Acevedo, él mismo exasesor del Congreso, fue detenido el 11 de enero, junto con su hijo.
No es la primera vez que Acevedo es detenido, pues anteriormente estuvo dos años en prisión por el incumplimiento de sus deberes como director carcelario de acabar con la producción de pornografía infantil dentro del centro carcelario que administraba. Eso no interfirió en sus esfuerzos por hacerse nombrar para cargos públicos, pues antes ha hecho campaña para diversos cargos de gobierno en el departamento de Alto Paraguay.
En relación con las acusaciones recientes, del apoyo logístico prestado a la operación de tráfico, Acevedo ha negado con vehemencia cualquier participación en la trama.
La ruta usada para el trasiego de la cocaína fue la misma observada en alijos récord decomisados en puertos belgas y alemanes a lo largo de 2021. La ruta se inicia en el Puerto de Asunción y viaja en barco hasta que la carga llega al río Paraná, según La Nación. Finalmente, los narcóticos llegan al Atlántico, pasando por Buenos Aires, Argentina, antes de iniciar su travesía hacia Europa.
Aunque muchas veces se pasa por alto, Paraguay se ha posicionado como importante exportador de cocaína hacia Europa y otros países.
Al anunciar otro año de decomisos récord en el puerto de Amberes, Bélgica, el administrador de aduanas Kristian Vanderwaeren señaló a los reporteros que cerca de 90 toneladas de la cocaína decomisada provenían de tres países: Panamá, Ecuador y Paraguay.
Por tradición, los traficantes aprovechan los buques de contenedores que zarpan de puertos brasileños, pero el refuerzo de la seguridad portuaria y el escrutinio sobre los contenedores procedentes de Brasil ha llevado a las organizaciones traficantes a buscar otras opciones para los cargamentos de cocaína. Paraguay se ajusta al modelo, gracias al alto tráfico en los puertos sobre el río Paraná, una de las principales vías fluviales de Suramérica.
La corrupción también hace de Paraguay un lugar propicio para los traficantes.
Una investigación realizada por InSight Crime en 2021 reveló un buen número de casos que involucraban a diputados del congreso, agentes de policía, funcionarios judiciales y fiscales acusados de facilitar el tráfico de narcóticos. Esto incluyó al diputado Ulises Quintana, quien está señalado de proteger al acusado narcotraficante Javier Cabaña Santacruz, alias «Cucho». Quintana supuestamente hacía de intermediario para Cucho, como lo revela una llamada telefónica suya luego de que las autoridades capturaran a uno de sus operadores con US$190.000 en efectivo.
Aunque no cabe duda de que Paraguay se ha convertido en un trampolín para la cocaína hacia Europa, el país también parece un puerto de salida para los narcóticos con destino a África Occidental.
En 2019, se decomisó más de una tonelada de cocaína en el lapso de cuatro días en el puerto de Dakar, en Senegal, que incluyeron el hallazgo de 800 kilos en un cargamento de vehículos Renault.
En febrero de 2021, Costa de Marfil registró su mayor operativo antinarcóticos con el decomiso de una tonelada de cocaína. Una fuente no identificada declaró a Reuters que la cocaína provenía de Paraguay.