Lucila Coria, abogada y miembro de RESET – Política de Drogas y Derechos Humanos, afirmó que la reciente ley de blanqueo fiscal «abre las puertas a capitales ilícitos porque no cuestiona su origen y crea clima propicio para el lavado de dinero y la infiltración de fondos provenientes del narco».
Lucila Coria explicó que este tipo de blanqueos no es nuevo en el país: «Argentina tiene una larga trayectoria de leyes de blanqueo. Cada vez que el estado necesita fondos, se recurre a este tipo de medidas sin tener en cuenta el origen de los bienes». A su juicio, la nueva legislación presenta una grave falencia al no investigar el origen de los capitales que se blanquean, algo que es particularmente preocupante dada la posibilidad de que se introduzcan fondos provenientes de actividades ilegales como el narcotráfico.
Además, destacó que la ley actual ofrece ventajas inusuales. «Permite blanquear hasta un millón de dólares a precio cero, lo que en otras oportunidades siempre implicaba el pago de una alícuota», señaló Coria. Sin embargo, lo más alarmante es la falta de controles: «El decreto reglamentario que acompaña esta ley asegura que el estado no investigará el origen de los fondos, lo que abre una puerta directa al blanqueo de dinero sucio».
La experta también advirtió sobre el creciente uso de criptomonedas para el lavado de dinero, una actividad difícil de rastrear debido al anonimato que ofrece el mercado de divisas virtuales. «Las criptomonedas operan en un mercado paralelo, y se pueden desviar fácilmente sin que el estado pueda identificar al verdadero titular de esos fondos», explicó.
Coria finalizó subrayando la gravedad de la situación: «Este blanqueo, junto con la desregulación de sectores como los casinos, crea un escenario perfecto para el lavado de dinero. El estado ni siquiera tiene derecho a preguntar si el dinero proviene de actividades ilícitas».
