Los 33 ciudadanos rusos, mercenarios de la compañía militar privada rusa Wagner según las autoridades bielorrusas, que fueron detenidos el pasado miércoles en Minsk aseguran que se dirigían a un país de América Latina, afirmó hoy el cónsul ruso en la capital bielorrusa, Kiril Pletniov.
AntlavadoDeDinero / EFE
«Quiero destacar que cada uno de los detenidos ha asegurado a los diplomáticos rusos que entró en el país (Bielorrusia) en tránsito», dijo el cónsul a la cadena estatal de la televisión rusa Rossía 1.
Según Pletniov, los 33 detenidos debían haber salido de Minsk el 25 de julio en un avión con destino a Estambul.
«El destino final era un país de la región de América Latina», dijo el cónsul sin precisar cuál.
Las fuerzas de seguridad bielorrusas detuvieron a 32 de los rusos en un sanatorio en las afueras de Minsk, mientras que el restante fue capturado en el sur de la república.
Tras las detenciones, el secretario de Estado del Consejo de Seguridad de Bielorrusia, Andréi Ravkov, aseguró que las fuerzas de seguridad de su país buscan además a otros 200 supuestos mercenarios rusos.
Según Minsk, los supuesto mercenarios tendrían la misión de desestabilizar la situación en el país de cara las elecciones presidenciales del próximo día 9.
Contra los detenidos, muchos de los cuales según las autoridades ucranianas han combatido en el este de Ucrania en el bando de los separatistas prorrusos, se ha incoado un proceso penal por preparar acciones terroristas.
Días antes de la detención de los presuntos miembros de Wagner, el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, advirtió de la posibilidad de que mercenarios pudieran desestabilizar la situación en el país en vísperas de los comicios presidenciales en los que busca su sexto mandato consecutivo.
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El Kremlin ha negado manera tajante que Rusia intente desestabilizar Bielorrusia.
«Ya han surgido calumnias acerca de que algunas organizaciones de Rusia envían a cierta gente para desestabilizar la situación en Bielorrusia. Por supuesto, no son más que calumnias», dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.