Los cárteles de drogas mexicanos tienen un nuevo objetivo para su producción de fentanilo y otras drogas ilegales: los estudiantes de química. Las universidades se han convertido en el último terreno de reclutamiento para los cárteles mexicanos que buscan construir sus propios imperios del fentanilo.
El New York Times informó de cómo el cártel de Sinaloa trabajaba para reclutar a los llamados «cocineros» para que fabricaran fentanilo para ellos. El cártel de Sinaloa es uno de los más grandes de México. Las autoridades estadounidenses dijeron que es uno de los pocos cárteles responsables de casi todo el fentanilo que cruza la frontera sur. Ofrecen grandes cantidades de dinero, generalmente superando cualquier trabajo legítimo en química.
Un estudiante de química de segundo año describió al medio cómo lo abordaron en el campus. Le ofrecieron $800 por adelantado y un salario mensual de la misma cantidad, el doble del salario promedio de los químicos en el país. Muchos estudiantes se ven atraídos a este negocio por circunstancias económicas difíciles u obligaciones familiares, que terminan prevaleciendo sobre los peligros y las preocupaciones éticas.
Pero si los cárteles mexicanos logran producir fentanilo localmente, podría resultar más difícil impedirles vender y exportar la droga a Estados Unidos.
En la actualidad, los cárteles envían suministros desde China, lo que ha permitido que Estados Unidos y China acuerden restringir las ventas de suministros clave a México para debilitar a los cárteles.
Los funcionarios estadounidenses dijeron al Times que les preocupaba que la producción de fentanilo se realizara exclusivamente en México, ya que eso podría limitar los esfuerzos de ambos países por rastrear la droga.
El presidente electo Donald Trump quiere adoptar una estrategia agresiva para limitar la producción de fentanilo. Ha amenazado con desplegar tropas estadounidenses para luchar contra los cárteles e implementar un arancel del 25% a todos los productos importados de México.
La nueva presidenta del país, Claudia Sheinbaum, pidió ayuda internacional para evitar el envío de químicos utilizados para fabricar fentanilo.
Mientras tanto, los estudiantes se enfrentan a una oferta persuasiva para unirse a los cárteles en sus esfuerzos. Un estudiante entrevistado por el Times dijo que le ofrecieron 800 dólares por adelantado y 800 dólares por mes, el doble del salario promedio de un químico en México.