Los ciberataques y el robo de información son hoy amenazas constantes para el sector financiero, el cual enfrenta riesgos tecnológicos sin precedentes. En opinión de KPMG, la seguridad de la información es una prioridad absoluta, dado que estas intrusiones no solo causan pérdidas económicas, también debilitan la confianza en las instituciones. “Los ciberataques y el robo de datos son las nuevas amenazas que acechan al mundo financiero, poniéndolo en una situación de vulnerabilidad”, indica el análisis.
Según KPMG, un ciberataque se refiere a cualquier intento malicioso de acceder, dañar o destruir sistemas informáticos. En el ámbito financiero, los tipos más frecuentes incluyen phishing, ransomware y hacking, con técnicas avanzadas dirigidas a sistemas de pago, redes de transferencia y bases de datos de clientes. El objetivo principal es obtener información como números de cuentas bancarias, tarjetas de crédito y datos personales que luego pueden venderse o usarse en delitos financieros.
El informe destaca que el impacto del robo de información en las finanzas es particularmente severo. “Información de cuentas bancarias, historiales de transacciones y datos personales de clientes son oro puro para los delincuentes”, afirmó KPMG a NotiPress. Con estos datos, los atacantes pueden cometer fraudes monetarios, desviar fondos o comprometer identidades, afectando tanto a individuos como a empresas a largo plazo.
Un caso frecuente es el robo de datos de tarjetas de crédito, el cual permite la clonación y uso fraudulento de estas. Además, los servicios de banca en línea son blanco constante de embates que buscan transferir grandes sumas de dinero desde cuentas comprometidas. Este tipo de incidentes no solo perjudica a los usuarios, también genera altos costos para bancos, aseguradoras y emisores de tarjetas.
Ante esta situación, KPMG remarca la necesidad de que la ciberseguridad forme parte integral de las estrategias de negocio. “La pérdida de confianza puede ser devastadora”, señala el documento. La protección efectiva implica adoptar medidas como el cifrado de datos, autenticación multifactorial y uso de inteligencia artificial para detectar comportamientos anómalos. También se recomienda capacitar al personal y realizar auditorías frecuentes.
En el panorama latinoamericano, empresas como SAS identificaron un incremento en ataques impulsados por inteligencia artificial, obligando a reforzar las defensas digitales. SonicWall, por su parte, ofrece soluciones que permiten detectar amenazas y proteger infraestructuras financieras en tiempo real. Estas tecnologías contribuyen a mantener la integridad de los datos y la continuidad de las operaciones.
KPMG concluye que compartir información sobre amenazas y realizar pruebas constantes de seguridad ayuda a fortalecer la resiliencia del sector. En este sentido, las instituciones deben mantenerse vigilantes y adaptarse a un entorno donde los riesgos digitales evolucionan constantemente.