Los jóvenes de entre 18 y 29 años son los más tolerantes a la corrupción en Cataluña, hasta el punto que triplican a la media que ve muy o bastante aceptable que un político apoye un proyecto para beneficiar a un grupo económico para devolver favores, según el Barómetro de la Oficina Antifraude de Cataluña.
El director de la Oficina Antifraude, Miguel Ángel Gimeno, ha mostrado su preocupación por la percepción de los jóvenes sobre la corrupción, que atribuye en parte a una «crisis de valores» y que cree que supone un «fracaso social tremendo».
Según el Barómetro 2018, elaborado por Antifraude en base a 850 entrevistas, el 81 % de los catalanes considera que la corrupción es un problema muy o bastante grave en Cataluña y el 71,9 % cree que en esta comunidad existe mucha o bastante corrupción pero el 23,5 % continuaría votando a un partido afectado por casos de corrupción si durante su mandato se reduce el paro y mejora la economía.
El estudio demoscópico también pone de relieve que un 54,2 % de los catalanes opina que los cargos políticos son poco o nada honestos, 4,6 puntos más que en la última edición de este barómetro bianual, mientras más de la mitad cree que los partidos se financian ilegalmente y un 81 % que ello influye en sus decisiones posteriores de gobierno.