Luis Serna podría enfrentar meses muy complicados. Toda su familia estaría en la mira de la Fiscalía de la Ciudad de México, después que la UIF de Santiago Nieto encontró la red de propiedades que aparecen a nombre de su familia, pero que presuntamente se encuadraría con el delito de enriquecimiento ilícito que investigan sobre su desempeño como funcionario.
Antilavadodedinero / Politicaonline
La información que habría encontrado la UIF permitiría que la Fiscalía de la CDMX avance sobre la familia de Serna, después que el hombre fuerte de Miguel Ángel Mancera consiguiera una suspensión provisional sobre cualquier tipo de orden de aprehensión que cayera sobre sus espaldas.
La información de la UIF establece que la red de propiedades millonarios a nombre de sus familiares no estarían justificados con los ingresos de cada uno, con lo cual pesaría sobre ellos el delito de defraudación fiscal.
En las declaraciones patrimoniales presentadas por Luis Serna se identificó que quien contaba con bienes inmuebles era su cónyuge y que él no tenía ningún inmueble a su nombre. En su primera declaración como funcionario público, plasmó que eran siete los inmuebles de su cónyuge, con un valor total de 22.1 millones de pesos. Y en su última declaración como funcionario indicó que eran ocho inmuebles por un valor total de 46.3 millones de pesos.
El inmueble que se agregó en esos años fue adquirido en febrero del 2015 y mencionó que fue a crédito, por un valor de 22.1 millones de pesos. El problema es que la UIF encontró que María de los Ángeles Simón Aguirre -su pareja- no declaró ingresos fiscales en ninguno de esos años. No cuenta con declaraciones anuales, por lo que ninguna institución bancaria o empresa de créditos hipotecarios la aceptaría como solvente.
La UIF encontró la red de propiedades que aparecen a nombre de la familia de Luis Serna, pero que no pueden explicar fiscalmente. Se encuadraría así con el delito de enriquecimiento ilícito que investigan sobre su desempeño como funcionario.
La UIF sí encontró, sin embargo, que María de los Ángeles Simón Aguirre recibió entre 2013 y 2015 depósitos en efectivo en sus cuentas bancarias por 4.99 millones de pesos. Además, en 2014 realizó pagos en efectivo para la compra de un Mercedes Benz. Con estos datos, la Fiscalía avanzaría con una denuncia de defraudación fiscal.
Otro dato que surgió de esta investigación es que la esposa de Serna formaba parte -como accionista- de una dos empresas: Amaya Simón S.A. de C.V. y Confidence Mutual Solutions S.A.P.I. de C.V. La otra accionista de estas empresas es la hija de Serna, María Fernanda. Y como comisario figura Horacio Chavarría Medina, quien a su vez es accionista de la empresa Chavarría Arquitectos S.A. de C.V.
Esta última empresa de presuntos servicios de arquitectura le entregó a la esposa de Serna una tarjeta Corporate Platinum Card de American Express, desde la cual gastó -desde enero de 2016 a octubre de 2019- poco más de 18.8 millones de pesos. Esto sin detectar ninguna relación corporativa ni laboral.
La suegra de Serna también estaría en la mira. María de los Ángeles Aguirre Pérez figura como donante de una propiedad a su hija, que de todos modos Luis Serna no declaró. El problema en este caso es que ese inmueble fue adquirido en 2014 al Fideicomiso 263117 Proyecto Terrazas del Pedregal por un valor de 5.8 millones de pesos, sin poder explicar el modo de pago, porque la suegra de Serna apenas declaró ingresos por 616,000 pesos entre 2013 y 2016.
La empresa Chavarría Arquitectos S.A. de C.V. -que pagó casi 19 millones de pesos en los gastos de la esposa de Serna en su tarjeta de crédito- también presenta irregularidades fiscales, según la investigación de la UIF.
La esposa de Serna gastó, a través de una tarjeta American Express, poco más de 18.8 millones de pesos. Esto sin detectar ninguna relación corporativa ni laboral con la empresa que le entregó la tarjeta, y sin realizar ninguna declaración de ingresos ante el SAT.
De 2013 a 2018 declaró ante el SAT ingresos fiscales por 218.2 millones de pesos y en 2019, en su último pago provisional, mencionó ingresos por 32.9 millones de pesos, teniendo como año con más ingresos el 2018 con 75.8 millones de pesos. Durante los primeros años declaró pérdidas para no pagar impuestos en 2017 y 2018, cuando tuvo utilidad. Compensó así las declaraciones ante el SAT, lo que demostraría una buena estrategia fiscal o bien un esquema de empresa fachada que solo era ocupada para la adquisición de bienes inmuebles y pago de tarjetas corporativas.
Esta empresa también transfirió a Estados Unidos 108.6 millones de pesos entre 2014 y 2019. La Fiscalía investiga un dato inexplicable: cómo hizo para transferir 34.1 millones de pesos a EU en 2014 si sólo declaró ingresos por 22.3 millones. Los movimientos financieros de Horacio Chavarría también estarían en la mira.
Pero quizás el aspecto más delicado para Serna es que involucrarían a su hija María Fernanda y a su yerno Carlos Rodríguez Jiménez. María Fernanda no ha realizado ninguna declaración fiscal y no hay datos por parte de terceros donde se encuentre mencionada, por lo que también la Fiscalía avanzaría con una denuncia por defraudación fiscal.
Ocurre que entre 2015 y 2016 realizó la adquisición de dos inmuebles por un total de 12.4 millones de pesos en un periodo de trece meses. El primer inmueble se lo adquirió al mismo fideicomiso que había comprado su abuela. También aparecen grandes gastos a través de una tarjeta American Express, un mecanismo que suele repetirse en casos de lavado de dinero.
En este último aspecto, American Express reporta a Carlos Jiménez Rodríguez -yerno de Serna- como titular de esa línea de crédito, y a María Fernanda como beneficiara de una extensión. Entre los dos gastaron de junio 2016 a octubre de 2019 la cantidad de 5.5 millones de pesos.
Se presume que el yerno de Serna pagaba ambas tarjetas, pero la UIF habría reportado que sus ingresos no alcanzarían, pues entre 2016 y 2018 declaró ingresos ante el SAT por 4.8 millones de pesos, menos las retenciones de impuestos (1.33 millones), habría contado con 3.48 millones de pesos, muy por debajo de la cifra gastada entre ambas tarjetas.