No tendría especial interés una propuesta legislativa de un diputado del Alto Rin francés, si no fuera porque se trata de un miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Asamblea francesa, y que es, a su vez, destacado miembro del “Mouvement démocrate et démocrates apparentés” (MoDem) creado el 27 de junio de 2017, que cuenta con 47 diputados en la Cámara baja y que forma parte de la coalición de gobierno que sustenta al presidente Macron.
Antilavadodedinero / Asfixiandoeltabaco
Las connotaciones externas de esta iniciativa, incrementan notablemente su interés objetivo.
Pues bien, Bruno Fuchs, diputado por el Alto Rin, va a presentar un proyecto de ley en la Asamblea Nacional para establecer cuotas de entrega de tabaco en función del consumo interno de cada país.
La razón de esta iniciativa se fundamenta en que el comercio paralelo de tabaco representa el 30% de los cigarrillos consumidos cada año en Francia, privando al Estado de 5.000 millones de ingresos fiscales y a los estancos de 400 millones de euros de facturación anual.
El comercio paralelo de cigarrillos también es una puerta de entrada al consumo de tabaco para los jóvenes. A pesar de sus esfuerzos, los servicios de Aduanas incautan cada año solo el 2% del comercio paralelo, que hoy representa 16 mil millones de cigarrillos en Francia de los 46,3 mil millones que se fuman cada año.
Según declaraciones recientemente publicadas del diputado: “Nuestras políticas de salud pública se han enfocado en incrementar el precio de los cigarrillos, con resultados interesantes. Sin embargo, esta estrategia produce efectos indeseables y muy poco anticipados: la diferencia de precios con nuestros vecinos europeos, el desarrollo del contrabando y, por tanto, la escasez de ventas en los estancos. Se deben proponer medidas adicionales para corregir esto. Fijar una cuota de entrega por país en la UE es parte de la solución que permitiría automáticamente a los que residen en Francia comprar sus cigarrillos en Francia, para que se fume tabaco donde se compró de forma sencilla”.
La armonización de la fiscalidad de los cigarrillos es una solución por la que debemos hacer campaña en Bruselas y que no debemos perder de vista, pero es un objetivo difícil a corto y medio plazo. El establecimiento de una cuota permitiría luchar tanto contra el contrabando gracias a la trazabilidad de los cigarrillos como contra el comercio transfronterizo. Esta medida tiene como objetivo simplemente evitar que las empresas tabacaleras produzcan y sobre-abastezcan a determinados países.
Así, en Luxemburgo, las empresas tabacaleras ya no podrían entregar más de 600 millones de cigarrillos al año, lo que corresponde al consumo anual de los fumadores luxemburgueses, y no 3 000 millones de cigarrillos al año como en la actualidad. Del mismo modo, en Andorra solo se podían entregar 120 millones de cigarrillos al año y ya no 850 millones como en la actualidad.
En contraste, en Francia, se espera que las compañías tabacaleras entreguen 54 mil millones de cigarrillos cada año, y no 38 mil millones como lo hacen hoy. Así, Francia podría recuperar cada año los 5.000 millones de euros de recaudación fiscal que le faltan hoy.
Con su proyecto de ley, Bruno Fuchs propone anticipar la aplicación del Protocolo de la OMS «para eliminar el comercio ilícito de tabaco» que se aplicaría a partir de 2023 mediante el establecimiento de una política de cuotas en Francia en la entrega de productos de tabaco. El diputado de MoDem espera que con la adopción de este sistema de cuotas en Francia se active una dinámica en esta cuestión y que los demás países de la Unión Europea adopten una política similar, teniendo que asumir Francia el liderazgo en Bruselas.
Por más que esta iniciativa puede resultar “chocante” frente al statu quo jurídico que han alcanzado las tabaqueras con la Unión Europea, es solamente un reflejo del malestar de varios países con la clamorosa ineficiencia, en algunos aspectos, del sistema de control actualmente vigente. No sólo se ha creado en el seno de la Asamblea francesa una Comisión a cargo del exministro Éric Woerth, con el objeto de estudiar la evolución del consumo de tabaco y del rendimiento fiscal aplicable a los productos del tabaco durante el confinamiento, sino que Francia, siguiendo a países como Finlandia, ha adoptado medidas legislativas (loi de finances rectificative pour 2020) que limitan la importación de cigarrillos y productos del tabaco por particulares, incluso por debajo de lo previsto en el artículo 32 de la Directiva 2008/118/ CE que regula los Impuestos Especiales del tabaco.
Según las declaraciones realizadas por Olivier Dussopt, Ministro delegado del Ministro de Economía, Hacienda y Recuperación, encargado de las cuentas públicas, explicó que esta modificación de los umbrales franceses podría ayudar a cambiar la normativa europea: “Somos conscientes del carácter muy agresivo de nuestra propuesta en relación con la posición europea, pero la vemos como un medio para dar vida al debate sobre la armonización de la fiscalidad […]. Si un país como el nuestro, donde los flujos fronterizos alimentan un tráfico importante, no adopta una posición ofensiva respecto a las cantidades de tabaco autorizadas por la directiva, el debate de armonización no avanzará.
Por tanto, asumimos nuestra posición: tiene un objetivo primordial de salud pública, ayuda a apoyar a los estancos y también ayuda a mejorar las cuentas públicas”. Llama la atención la coincidencia de objetivos existente entre los dos mandatarios, y sin duda dan cuenta de una línea de actuación que constituye una prioridad política de un peso pesado en la Unión Europea como es Francia.
Es llamativo también que, frente a estas iniciativas, la Comisión Europea, en sus declaraciones, ha sido extraordinariamente comedida y prudente, casi apoyando las razones de tales medidas. «La Comisión examinará su compatibilidad con la legislación de la UE sabiendo que las propias normas de la Unión pueden evolucionar». También menciona una posible evolución de la normativa europea: “Un estudio externo encargado por la Comisión Europea, finalizado en 2020, concluyó que las disposiciones actuales (incluido el umbral relativo a las cantidades) no aseguran un nivel elevado de protección de la salud pública, de lucha contra el fraude, frente a la evasión fiscal y las compras transfronterizas ilegales.
Por tanto, la Comisión anunció en la Comunicación de 15 de julio que una revisión de las disposiciones relativas a las adquisiciones transfronterizas por parte de particulares (Directiva 2008/118 / CE) y las normas relativas a los impuestos especiales en el sector del tabaco (Directiva 2011/64 / UE) se pondrá en marcha para contribuir mejor a los objetivos de salud pública”
