El presidente Vladimir Putin inauguró el encuentro de líderes mundiales de los BRICS en Kazán, Rusia, donde estuvieron presentes mandatarios como Xi Jinping de China, Narendra Modi de la India y Nicolás Maduro, de Venezuela. Maduro dijo que “ya somos parte del engranaje de esta ingeniería del mundo multicéntrico pluripolar que están haciendo”.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se reunió con el presidente ruso, Vladímir Putin, al margen de la cumbre del bloque BRICS de economías en desarrollo.
Maduro viajó el martes a Rusia para asistir a la cumbre con la esperanza de recibir allí mismo el anuncio, pero sus aspiraciones de ingresar al club de economías emergentes se vieron interrumpidas por las objeciones de unos de los integrantes claves de la organización: Brasil, el otrora aliado convertido ahora en un inesperado adversario.
Versiones publicadas por medios de comunicación brasileños apuntan que el gobierno de ese país fue el principal obstáculo para las pretensiones venezolanas de ingresar a la agrupación, liderada por Rusia, China, India, Brasil y Sudáfrica, establecido para fomentar estrategias conjuntas de desarrollo en aras de rivalizar con las economías de Europa y Estados Unidos.
Venezuela esperaba entrar este año a la organización en aras de esquivar el efecto producido por las sanciones de Estados Unidos y crear las condiciones para comenzar a recibir los miles de millones de dólares en inversiones que necesita para revivir a su moribunda economía.
Pero el gobierno de Luiz Inacio “Lula” da Silva, que en los últimos meses ha expresado dudas sobre el anuncio de que Maduro ganó las elecciones presidenciales de julio, le dijo a sus socios dentro del BRICS que el ingreso de Venezuela a la organización no es buena idea.
El veto de Brasil representa una nueva señal del distanciamiento entre Lula y el presidente venezolano, “una relación que ha estado congelada desde hace ya un tiempo”, reportó el diario Brasileño El Globo.
Las intenciones del gobierno brasileño de interceder para que a Venezuela no se le dejara ingresar al BRICS habían comenzado a ser evidentes esta semana en medio de los comentarios brindados por el asesor para asuntos internacionales del gobierno brasileño, el ex canciller Celso Amorim.
“Yo no defiendo la entrada de Venezuela”, dijo Amorim a CNN Brasil. “Creo que hay que ir despacio. No sirve de nada llenar [a la organización] de países, porque de lo contrario pronto se convertiría en un nuevo G-77″.
Y en la tarde se reunió con el gobernante ruso, Vladimir Putin, para tratar “asuntos bilaterales y la cooperación en el marco de los BRICS”. Tras el encuentro, Putin celebró la amistad entre Caracas y Moscú.
“Venezuela es uno de los viejos y fiables socios de Rusia en América Latina y en el mundo en general”, dijo el presidente ruso. “Las relaciones de asociación estratégica entre nuestros países continúan fortaleciéndose”.
Rusia es uno de los pocos países que se han pronunciado a favor del gobierno de Caracas en medio del escándalo desatado en torno a las elecciones., diferenciándose por ejemplo de los gobiernos de Colombia y de Brasil, que pese haber estado entre sus tradicionales aliados han expresado escepticismo sobre su anuncio de victoria electoral.