Auténticos mafiosos italianos llevan operando por más de 22 años en la Riviera Maya mexicana como si fueran honorables empresarios, desde estos paraísos turísticos aprovechan para ocultarse de la justicia, para reubicarse y supervisar sus negocios ilícitos o como un área apta para lavar ganancias derivadas del crimen.
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Así lo revela y lo documenta Elisa Norio, una experta en mafias y organizaciones criminales, en una gran investigación titulada «¿Por qué los resorts turísticos son atractivos para el crimen transnacional? El caso de la Riviera Maya», publicada en Tourism Critiques.
La zona sur del territorio nacional, en especial la Península de Yucatán, ha mantenido a raya sus niveles de violencia; sin embargo, otras formas de crimen u otros tipos de delincuentes han sido atraídos a estos grandes centros turísticos.
La autora ubica a tres personajes. Oreste Pagano en Cancún, así como Vincenzo Salzano e lvan Fornari en Playa del Carmen. Ellos son los protagonistas, escogidos entre una larga lista, del crimen transnacional que opera en la zona conocida como Riviera Maya
El objetivo de este trabajo de investigación buscaba, según relata Norio, es cubrir un espacio vacío, ese mismo que aprovechan personas vinculadas a la delincuencia transnacional haciéndose pasar por turistas y empresarios, al sacar ventaja de las estructuras logísticas y financieras altamente interconectadas de los centros turísticos masivos, que pueden servir como plataformas de redes delictivas para facilitar ampliamente sus actividades ilícitas.
La autora toma como ejemplo un centro turístico de gran nivel como es el sureste de México, un país envuelto en lo pareciera ser una interminable guerra entre bandas criminales que de acuerdo al gobierno de Estados Unidos podrían tener ya el control de entre el 30 y el 35 por ciento del territorio mexicano.
Esta pareciera ser entonces una tierra fértil para este otro tipo de criminales que pueden pasar desapercibidos, mientras las fuerzas de seguridad del país se ocupan de enfrentar a violentas estructuras de cárteles del narcotráfico o intentar frenar masacres a lo largo y ancho del país.
El documento describe que a la par que Cancún se convertía en la joya de la corona turística de México, también se transformaba como un punto de transbordo relevante en una importante ruta de tráfico de cocaína desde América del Sur y Central hacia los Estados Unidos.
ORESTE PAGANO
El ciudadano italiano Oreste Pagano aprovechó que Cancún era este nuevo punto en el mapa del tráfico de drogas en 1997 para reubicarse ahí, a pesar de sus antecedentes penales, como un empresario inmobiliario, así facilitó los envíos de estupefacientes de su organización de crimen organizado de tipo mafioso canadiense italiana llamada Caruana-Contrera.
VINCENZO SALZANO
El ciudadano estadounidense de origen italiano Vincenzo Salzano se reubicó en Playa del Carmen, quien sin importar sus antecedentes penales pudo avanzar desde este paraíso con inversiones en sectores con alto riesgo de lavado de dinero como bienes raíces y gimnasios en la Riviera Maya.
Aunque las autoridades mexicanas abrieron un caso de lavado de dinero en su contra después de que fuera condenado en Estados Unidos por conspiración para distribuir 32 kilos de cocaína, este personaje y su mafia prosperaron en este entorno cosmopolita.
En 2013, Vincenzo Salzano fue capturado por narcotráfico en EU. Contaba con millonarias inversiones en la Riviera Maya, donde residió por al menos 15 años. Resultó ser sólo la «punta del iceberg» de una amplia red de crimen organizado de carácter internacional.
Usaban como pantallas a socios empresariales como el libanés Jamil Hindi, presidente de la Asociación de Pequeños Hoteles de Playa del Carmen.
Vincenzo fue capturado por transportar 33 kilos de cocaína pura en una avioneta de su propiedad,con un valor de un millón de dólares. Tenía hoteles, restaurantes y gimnasios . En México no se dieron cuenta de sus operaciones.
IVAN FORNARI
En el caso de lvan Fornari, la autora de la investigación logró documentar a 34 prófugos internacionales conocidos que se habían refugiado en la Riviera Maya desde 1997.
Fornari es un fugitivo de la justicia italiana que fue detenido en el sur de Europa en un operativo antidrogas y luego arribó a Playa del Carmen. Este personaje muestra con claridad los débiles controles fronterizos, la conectividad internacional de este destino turístico y que además cuenta con una amplia comunidad de expatriados italianos, lo que le permitió a lvan pasar desapercibido e incluso administrar un restaurante.
El narcotraficante italiano lván Fornari fue capturado en Playa del Carmen en 2017 y ahora se encuentra recluido en una cárcel del país europeo.
De 35 años de edad, Fornari presumía en Facebook su modo de vida en la Riviera Maya y fue gracias a las fotografías que publicaba constantemente que pudo ser ubicado e identificado por la policía de Cagliari, Italia,que le seguía la pista.
Vivía en la total impunidad,en su Facebook presumía fotos en la playa,con mujeres, en el gimnasio o con delfines en el mar. Este personaje no temía su detención e incluso era dueño de un restaurante. La Polizia di Stato mostró los datos e imágenes que el propio Fornari publicó y que los llevó a su captura
Fornari purga una pena de cinco años y siete meses por tráfico de droga Según la policía italiana, entre 2013 y 2014 estuvo involucrado en varias operaciones de tráfico de más de 60 kilos de hachís.