La amplitud de la corrupción de Goldman Sachs en la reciente acción de cumplimiento de la FCPA del Departamento de Justicia y la SEC subrayó el importante objetivo global de reducir la corrupción.
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No hace falta decirlo: la corrupción tiene un impacto pernicioso en el desarrollo económico de economías frágiles en detrimento de miles, si no millones, de civiles inocentes. La medición de tales daños se cita a menudo para describir el alcance del sufrimiento de muchos en el mundo en desarrollo.
La corrupción política y económica deforma la asignación gubernamental de recursos limitados en beneficio del público. Las empresas que de otro modo no estarían calificadas pueden obtener valiosos contratos gubernamentales mediante el pago de sobornos.
Las empresas privadas pierden inversiones valiosas y oportunidades económicas a medida que la corrupción sesga o frustra el funcionamiento de las fuerzas del mercado para promover el desarrollo económico. Al final, todas estas fuerzas se combinan para socavar importantes instituciones gubernamentales, lo que resulta en un nivel de vida más bajo en general.
El Banco Mundial estima que el ingreso promedio en países con un alto nivel de corrupción es aproximadamente un tercio de los países con baja corrupción. La tasa de mortalidad infantil en esos países es aproximadamente tres veces mayor y la tasa de alfabetización es un 25% menor.
Los países y economías corruptos experimentan niveles más bajos de inversión extranjera que los países con baja corrupción. Los inversores se muestran reacios a invertir en países corruptos de alto riesgo.
Muchas economías emergentes sufren corrupción y un lento desarrollo económico. El impacto de la corrupción resulta en una asignación ineficiente de recursos, frustración de las fuerzas del mercado y educación y atención médica deficientes.
Malasia y el escándalo del soborno de Goldman Sachs
La economía de Malasia ha ido creciendo durante la última década. Desde 2010, el crecimiento económico de Malasia ha sido de un 5,4 por ciento en promedio. Malasia se encuentra en medio de la transformación de una economía basada en la agricultura y los productos básicos a una economía basada en la fabricación y los servicios. Malasia es ahora un exportador líder de aparatos eléctricos, piezas y componentes electrónicos.
Sin embargo, la desigualdad de ingresos sigue siendo un problema importante. El 40 por ciento inferior de los ciudadanos malasios no se ha beneficiado al mismo ritmo que el 60 por ciento superior de la población. Malasia se centra en promover la educación, la salud y la nutrición para aumentar la salud y la productividad de los trabajadores.
Corrupción en Malasia
La corrupción se ha convertido en una preocupación importante en Malasia, principalmente en respuesta a la condena del primer líder malasio por corrupción en relación con el escándalo Goldman Sachs.
El ex primer ministro Najib Razak fue condenado por saquear el fondo soberano 1MDB mientras estuvo en el cargo de 2009 a 2018. En respuesta a su condena, el pueblo malasio rechazó tanto al Sr. Najib como a su partido gobernante, que había gobernado Malasia durante 61 años desde que ganó independencia de Gran Bretaña.
En el centro de esta corrupción estaba Goldman Sachs. El plan fue ejecutado por ex ejecutivos de Goldman Sachs y funcionarios del gobierno de Malasia y Abu Dhabi que robaron más de $ 6.5 mil millones en capital del fondo 1MDB.
Desde 2018, Malasia ha adoptado reformas económicas para un gobierno limpio. En 2019, Malasia obtuvo su calificación más alta en el Índice de Percepción de la Corrupción, una puntuación de 53.
Malasia creó una agencia anticorrupción y estableció una meta de cinco años para aumentar la integridad en el gobierno. Cerca de 1500 personas han sido acusadas de delitos de corrupción
