Las personas de nacionalidad mexicana han sido señaladas como los extranjeros que más lavan dinero en bienes raíces dentro de Estados Unidos (EU), de acuerdo con un reporte del Think Tank Global Financial Integrity (GFI).
Antilavadodedinero / El Economista.
La firma presentó el informe “Acres de lavado de dinero: Por qué el sector inmobiliario de EU es el sueño de un cleptócrata”, donde señala que del 2015 al 2020, el lavado de dinero en bienes raíces de aquel país tuvo un valor cercano a 2,300 millones de dólares.
En este contexto, el reporte detalla que de los 56 casos de lavado de dinero en bienes raíces analizados para el informe, 46 tuvieron como fuente recursos provenientes del extranjero.
El reporte describe que se identificó que el dinero ilícito extranjero para adquirir bienes raíces en Estados Unidos en esos cinco años provino de 26 países distintos, donde México fue la principal fuente extranjera de fondos, por arriba de Venezuela, Guatemala, Malasia y Nigeria.
“Los países de América Latina contribuyeron con la mayor parte (de recursos), siendo México (con 16.7% de participación) la principal fuente extranjera de fondos ilícitos identificados en los casos”, se puede leer en el informe.
Según el análisis de GFI, los señalados en estos casos de lavado optaron por la adquisición de vivienda; sin embargo, también se vio un amplio interés para adquirir espacios para uso comercial.
De acuerdo con informe, en al menos cuatro casos identificados de lavado de dinero en bienes raíces de Estados Unidos se contó con la participación de funcionarios mexicanos de alto rango, acusados de corrupción, malversación de fondos y riqueza inexplicable por la cual adquirieron bienes inmuebles en aquel país valuados en millones de dólares.
El informe ejemplifica el caso del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, el cual se presume adquirió al menos 90 propiedades en México, España y Estados Unidos, y para esto utilizó abogados y socios comerciales para establecer una compleja red de empresas fantasma.
“Su imperio incluía edificios comerciales en Florida, una mansión en Miami de 7.6 millones de dólares comprada en efectivo y alrededor de 30 casas en Miami que se vendieron y compraron varias veces para ocultar el origen del dinero”, destaca el reporte.
Foco de atracción
El informe hace un recuento de las debilidades del régimen antilavado de Estados Unidos dentro del sector de bienes raíces, ya que, por ejemplo, es el único país dentro del G7, que no exige a los profesionales de bienes raíces apegarse a la normativa de prevención y combate al blanqueo de capitales.
Para GFI, los profesionales que participan en una operación de bienes raíces deben de tener la facultad para informar a las autoridades sobre los riesgos de lavado de dinero en las transacciones de este tipo.
Asimismo, el informe resalta el uso de empresas fantasma y estructuras corporativas complejas para lavar dinero en bienes raíces dentro de Estados Unidos, pues, por ejemplo, en 82% de los casos identificados se involucró el uso de una entidad legal para ocultar al beneficiario real.