La calificadora de riesgos financieros Moody’s advirtió que el apoyo «recurrente y sustancial» de parte del Gobierno de México a la endeudada compañía petrolera estatal Pemex es un riesgo que erosiona la fortaleza fiscal del país.
Antilavadodedinero / Elpais
«Las finanzas del Gobierno están expuestas, tanto al riesgo de un crecimiento menor al esperado como a la posibilidad de que el apoyo financiero a Pemex sea mayor al esperado», indica un informe de la firma financiera sobre el desempeño de la segunda economía latinoamericana.
Moody’s asigna a la deuda soberana de México la calificación de «Baa1 con perspectiva negativa», es decir, que el país puede cumplir sus obligaciones financieras, pero ante condiciones económicas adversas se puede debilitar esa capacidad de pago.
Para la economía mexicana, «los riesgos son, en parte, consecuencia de lo que consideramos un marco político más débil. La atonía de la demanda interna, las débiles perspectivas de inversión y el crecimiento limitado de la productividad están lastrando las perspectivas de crecimiento a mediano plazo», indica el análisis financiero.
Bajo crecimiento
La calificadora considera que hay «indicios de que el crecimiento económico a mediano plazo probablemente se estabilice en un nivel inferior al 2,0 por ciento».
Esa reducción de la actividad económica ya se notaba en 2019, antes de la pandemia de coronavirus, cuando México sufrió una contracción marginal de 0,2 por ciento, pero si el crecimiento es mediocre «ejercería una presión a la baja sobre la nota de México», agrega el informe.
La calificadora alertó que la actividad económica mexicana «se moderará en los próximos años tras un repunte en el 2021», después de que la pandemia causó un derrumbe histórico de 8,2 por ciento, la peor caída para el país desde 1932.
Asimismo, «la inflación más alta (a los altos niveles de hace dos décadas) y una política monetaria más restrictiva afectarían el perfil crediticio del país», advierte Moody’s.
La denominada «perspectiva negativa» de la calificación indica que, hacia el futuro cercano, existen riesgos para el crecimiento económico y las finanzas del Gobierno de México.
Otro problema está en «una mayor probabilidad de que déficit fiscales más amplios de lo esperado» que conduzcan a un aumento más pronunciado en la trayectoria de la deuda del Gobierno.
El mayor endeudamiento se debería a un «apoyo financiero a Pemex por encima y más allá de lo que ya está capturado en su escenario base, o impulsado por una disminución en los ingresos del Gobierno», puntualiza.
El miércoles, el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero, liderado por el Banco de México (Banxico, central) y la Secretaría de Hacienda, dijo que la coyuntura actual «combina menores presiones asociadas a la pandemia por covid-19, pero retos emergentes asociados a la situación geopolítica entre Rusia y Ucrania».
A finales de enero de este año, el Fondo Monetario Internacional redujo a 2,8 por ciento su estimación de crecimiento de la economía mexicana para este año 2022, menor al 4,0 por ciento estimado el año pasado.
Banxico espera que, en el próximo año, el crecimiento ronde el 2,9 por ciento, pero el Banco Mundial prevé que sea solo de 2,2 por ciento.