La batalla por el derecho al aborto llegó este sábado 02 de octubre a las calles de Estados Unidos donde cientos de miles de personas se congregaron en diferentes ciudades para una nueva edición de la Marcha de las mujeres, que busca frenar una fuerte ofensiva conservadora.
Antilavado de Dinero / DW.
Hasta ahora, se habían producido pocas protestas desde que entró en vigor una ley de Texas el 1 de septiembre, que prohíbe prácticamente todos los abortos en este vasto estado y que ha desatado una verdadera guerra judicial y un contragolpe en el Congreso.
A dos días de la reanudación de las audiencias de la Corte Suprema de Justicia, que arbitrará la disputa, casi 200 organizaciones llamaron a los defensores del aborto a hacerse oír en todo el país. En principal evento tuvo lugar en Washington, donde miles de personas se reunieron para marchar hacia el máximo tribunal, que hace casi 50 años reconoció el derecho al aborto con el caso Roe vs. Wade.
La Corte Suprema, cuya integración se vio drásticamente decantada hacia el conservadurismo tras el nombramiento de jueces por el expresidente Donald Trump, parece ahora lista a desandar el camino. Se ha negado a intervenir de urgencia para bloquear la ley de Texas y podría aprovechar la revisión de una ley restrictiva del estado de Misisipi para cambiar su jurisprudencia.
En las capitales de esos estados conservadores -Austin y Jackson- se organizaron protestas al igual que en otras 600 ciudades. Se movilizaron unas 240.000 personas en todo el país, afirmaron los organizadores, una alianza que reúne desde pequeños grupos feministas hasta grandes organizaciones como Planned Parenthood, que promueve la planificación familiar.
«Luchamos para que el aborto no sólo sea legal sino también accesible y sin estigmas», dijeron en un comunicado los organizadores, que piden al Congreso consagrar el derecho al aborto en la ley federal a fin de protegerlo de una posible reversión en la Corte Suprema. Un proyecto de ley en ese sentido fue aprobado hace una semana en la Cámara de Representantes, controlada por demócratas, pero no tiene posibilidades de triunfar en el Senado donde republicanos pueden bloquearla.
La primera Marcha de las mujeres se realizó en 2017 poco después de la asunción del anterior presidente de Estados Unidos, el republicano Trump, y congregó a millones de sus opositores que lo tildaban de sexista. Marchas posteriores tuvieron menos éxito, en parte debido a que una de sus promotoras fue acusada de antisemitismo.
Si la Corte anula la sentencia del caso Roe vs. Wade, todos los estados quedarían libres para prohibir o permitir los abortos. Así 36 millones de mujeres en 26 estados -o casi la mitad de las mujeres estadounidenses en edad reproductiva- probablemente perderían el derecho a abortar, según un informe de Planned Parenthood publicado el 1 de octubre de 2021.