El primer ministro provisional de Líbano, el multimillonario Najib Mikati, ha negado todas las acusaciones de lavado de dinero después de que dos organizaciones anticorrupción presentaran una demanda en Francia esta semana.
La demanda contra el mandatario se presentó oficialmente el martes ante la fiscalía financiera nacional, a instancias de la organización no gubernamental francesa contra la corrupción Sherpa y el Colectivo de Víctimas de Prácticas Criminales y Fraudulentas.
En un comunicado, Sherpa dijo que el objetivo es “arrojar luz sobre las condiciones en las que figuras políticas libanesas como Najib Mikati acumularon una riqueza considerable y sobre el papel de intermediarios financieros que facilitaron estas adquisiciones”.
En un primer momento no había detalles disponibles sobre las cantidades de dinero implicadas.
El grupo dijo que había llamado la atención de los fiscales franceses sobre las condiciones en las que Mikati “ha acumulado activos significativos en Francia. La demanda también cuestiona el origen de los fondos que pasaron por el sistema bancario francés”.
Mikati dijo que tanto él como los miembros de su familia han actuado siempre de acuerdo a la ley, en un comunicado publicado el miércoles por la Agencia Nacional de Noticias, un ente estatal libanés. El comunicado defendía la “integridad” de la familia y afirmó que sus negocios se caracterizaban por una “completa transparencia”.
La fiscalía francesa aún tiene que decidir si abre una investigación. Mikati, de 68 años, es uno de los hombres más ricos de Líbano y ha servido como primer ministro desde 2021.
Fundó la compañía de telecomunicaciones Investcom en la década de 1980 junto con su hermano Taha, y la vendió en 2006 a la firma sudafricana MTN Group por 5.500 millones de dólares.