Narcos colombianos señalados de llenar de coca a España

Ramón Antonio Ramírez Benjumea figura en registros oficiales como un exportador de café de alta calidad y en Belén de Umbría (Risaralda), lo distinguen por ser el propietario de varios lujosos predios que visita por cortas temporadas.

Antilavadodedinero / eltiempo

En Canarias, el colombiano también es muy conocido, pero por oficiales antinarcóticos que lo señalan de ser parte de una red que nutre con cocaína de alta pureza a turistas que frecuentan las paradisiacas islas españolas.

Según una carpeta con su nombre, Ramírez monitoreaba grandes cargamentos de coca que llegan por el aeropuerto de Barajas, y luego coordinaba su distribución por el archipiélago canario.

Con una concentración del 92 por ciento, dicen en España, esos alijos suelen llegar a las islas camuflados en cargamentos de carne congelada, aparatos eléctricos, maletas y hasta implementos deportivos.

Cuando oficiales de inteligencia de la Interpol-Dijín de Colombia lo ubicaron en Belén de Umbría, Ramírez negó tener cualquier conexión con el narcotráfico.

Pero él es uno de 4 colombianos que jueces y autoridades antinarcóticos de España califican como objetivos de alto valor y los sindican de ser eslabones claves de organizaciones criminales que están inundando de coca a ese país, a Bélgica, Inglaterra y a Holanda.

Trespalacios y El Buda

Gustavo Adolfo Moreno Lemos es otro de los que aparecen en el requerimiento, con un sello adicional: el de fugitivo. Dueño de dos inmobiliarias, una distribuidora de computadores y de un conocido expendio de frutas, Moreno Lemos llegó de pasar una larga temporada en España y se radicó luego en Buga (Valle).

Para ese momento, se acababa de ejecutar una redada en España en la que supuestamente cayeron varios traficantes, pero otros se volaron.

Ya Colombia lo tenía en el radar, luego de que, en octubre de 2020, en pleno pico de la pandemia, sufrió un atentado y se movió a Pereira en donde fue capturado por oficiales de la Interpol-Dijín Colombia, en coordinación con la Dirección de Asuntos Internacionales de la Fiscalía y sus pares en España, dentro de la operación bautizada como ‘Iberia’.

Hoy, ambos empresarios están confinados en una celda de la estación de los Mártires, centro de Bogotá, a la espera de su extradición. Y a su lado hay otros dos connacionales que la justicia española también quiere tener en sus manos: Edwin Alexánder Trespalacios García y Alexánder Callejas Moreno.

A Trespalacios, los oficiales de la Interpol lo capturaron hace unas semanas en pleno centro comercial Buena Vista, de Barranquilla, mientras negociaba una propiedad de cerca de 800 millones de pesos.

Es propietario de una flotilla de taxis y sus movimientos migratorios registran varios ingresos a Europa desde hace cuatro años. Según las autoridades españolas, Traspalacios estaría ligado a una organización que movió más de 1.170 kilogramos de coca que se comercializaron en ese país y en Inglaterra.

Le documentaron encuentros con contactos en el hotel Eurostars Suites Mirasierra, en el Galicia Palace, de Pontevedra, y en el centro comercial Plenilunio en Madrid.

A Alexánder Callejas, mientras tanto, lo vinculan con movimientos de droga cercanos a los 2,3 millones de euros, que se comercializaron en Islas Canarias

“Damas de compañía permitieron seguirle la pista”, explicó un oficial de inteligencia. Y agregó que fue capturado en Barranquilla, cerca de un establecimiento conocido como El Buda.

El quinto elemento

Finalmente, en un céntrico bar de Bogotá, incrustado en Sanandresito de la 38, oficiales de la Interpol Colombia le echaron mano al quinto elemento de estas estructuras requeridas por España: Francisco Javier González Alfonso.

Autoridades europeas lo sindican de participar en el envío de coca de alta pureza a Holanda, Bélgica, Bulgaria y España, en contenedores repletos de piña y de limón.

Varias interceptaciones les permitieron a oficiales de inteligencia dar con González. Se estableció que, además, de un cambio en su fisonomía y el hecho de que se movía por barrios de estrato 6 y 2, complicó su ubicación.

Lleno de gruesas cadenas y pulseras de oro, fue esposado y llevado a los mismos calabozos en donde están los otros requeridos.

Por ahora, todos han negado los cargos hechos desde España y algunos de ellos alistan recursos para intentar frenar la extradición, alegando su plena inocencia.

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