Nayib Bukele y el peligro de los “bonos bitcóin” para el vecino Guatemala

La posible emisión de Bonos Bitcoin puede ser un buen mecanismo para el manejo de la deuda salvadoreña, aunque podría poner en jaque la estabilidad macroeconómica del país vecino, según especialistas.

Antilavadodedinero / Prensalibre

El gobierno de El Salvador anunció que próximamente lanzará una emisión de Bonos Bitcóin, con el objetivo de brindar más confianza al mercado local para que utilice este tipo de instrumentos, como una nueva opción de inversión. Sin embargo, los especialistas opinan que puede desencadenar consecuencias que pondrían en riesgo su estabilidad macroeconómica.

La emisión de estos títulos de deuda por US$1 mil millones estaría respaldada por bitcoínes a un plazo de 10 años y pretenden colocarlos a una tasa de un 6.5%, fondos que se destinarían a la construcción de Bitcóin City. Se prevé que entre febrero y marzo estén disponibles, informó el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya.

El funcionario afirmó que ya hay inversionistas interesados por unos US$200 millones y aseguró recientemente que no se abandonará el mercado tradicional de valores, por lo que seguirán emitiendo bonos gubernamentales, mientras se analiza cómo funcionan los nuevos bonos.

Zelaya agregó que la estrategia de emisión de bonos bitcóin “puede ser bastante interesante como mecanismo de manejo de la deuda de El Salvador y nos abre una nueva ventana de financiamiento para manejar de mejor forma nuestra curva de repago”.

“Hay riesgos, pero es el futuro”

En opinión del asesor financiero Irving de la Cruz, los Bonos Bitcóin se derivan de ese mismo tipo de instrumentos o sea que es otra modalidad de inversión, solo que en esa criptomoneda, y se interpreta como una diversificación de las fuentes de captación de recursos porque en la actualidad, ya existen fondos de inversión de ese tipo.

“El anuncio del Salvador de emitir Bonos Bitcoin es para darle más confianza al mercado local, de manera que utilice esos instrumentos, como una nueva opción de inversión. Recordemos que toda inversión tiene riesgos y esta no es la excepción”, enfatizó.

Clynton López Flores, director de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas, de la Universidad Francisco Marroquín (UFM), señaló que los mercados han añadido en los últimos tiempos una prima de riesgo importante a los bonos tradicionales de El Salvador.

“Es arriesgado y me atrevería a decir que funcionará, si los grandes bancos centrales (el de Estados Unidos y el Banco Central Europeo) siguen con las políticas de exceso de liquidez que han llevado a la forma atípica de burbuja en estos activos”, dijo.

López dice respetar el derecho del inversionista a decidir en dónde colocar su dinero, “pero que un país utilice su estabilidad macroeconómica para especular por caprichos de un presidente es terrible. Diferente sería que El Salvador tuviera superávit fiscal y estuviera buscando formas novedosas de devolver esos impuestos a sus ciudadanos”.

A su criterio, “es una mala señal que los gobiernos autoritarios no tengan una buena institucionalidad que los restrinja porque son ejemplos que pueden tomar otros países para abusar. Por ejemplo, en el Banco de Guatemala se han venido debilitando las reglas que lo rigen; por ejemplo, en la neutralidad de intervención sobre el tipo de cambio “.

Y explicó que es un instrumento financiero que representa una deuda entre el emisor y el tenedor del bono. En este caso la obligación de repago estaría respaldada por bitcoines y el rendimiento base de 6.5% se pagaría con las ganancias extraordinarias derivadas del valor del bitcóin en un momento determinado.

“La idea es usar la mitad de lo recaudado para ciertos propósitos y la otra mitad, para comprar bitcoins y especular con ellos. Basan el repago del bono en una apreciación futura de esa criptomoneda”, afirmó.

¿Cómo lo debe analizar Guatemala?

María Antonieta del Cid de Bonilla, expresidenta del Banco de Guatemala (Banguat) y de la Junta Monetaria (JM), comentó que es la primera vez que un país se aventura con una emisión de esta naturaleza. “En el caso de El Salvador la deuda ya era elevada desde antes de la pandemia y aumentó a alrededor del 80% del Producto Interno Bruto (PIB) como consecuencia de la crisis sanitaria”.

E indicó que, al momento, los inversionistas han perdido la confianza en los bonos de El Salvador que ya se encuentran en el mercado, por los desequilibrios macroeconómicos que enfrenta dicho país, de tal cuenta que para adquirirlos, demandan una tasa de interés muy alta, que es de las mayores de la región.

Pero en el caso de lograr la colocación de esos bonos, en el corto plazo le daría un respiro de liquidez al gobierno vecino, tomando en cuenta que en 2023 tienen vencimientos significativos. “Pero el problema macroeconómico no lo resolverán con esto; es más, puede empeorar si se considera que el bitcóin es un activo especulativo y por ende, su precio es bastante volátil”, advirtió.

En cuanto al impacto para Guatemala, de esa negociación, De Bonilla consideró que no se ve ninguno por el momento, aunque De la Cruz opinó que ese tipo de inversiones sólo se suma a las ya existentes en el mercado regional y puede ser una opción más, ahora que su precio ha tenido cierta caída.

“Este nuevo mercado está tomando fuerza en el mundo y alguien tiene que dar ese gran paso financiero, lo que está haciendo El Salvador. Cada inversionista es libre de elegir cómo colocar sus recursos y en este tipo de negociaciones participan los denominados “sofisticados”, porque tienen bastante experiencia en negociar en mercados volátiles como el bitcóin”, dijo.

Pero una de sus observaciones es que para adquirir este tipo de instrumentos, como en todo mercado, los interesados deben buscar una casa de bolsa local o internacional, para que les indiquen los procedimientos.

Propuesta disruptiva

El director de la Asociación Centroamericana de Usuarios de Criptomonedas, José Guillén, dijo que la propuesta de los bonos para la construcción de infraestructura, desafía a las entidades internacionales de las que depende un país para poder financiar esos proyectos.

“La emisión de los bonos es viable; los registros históricos indican que cada ciclo de bitcóin tarda cuatro años, y los movimientos alcistas se están evidenciando. El último precio alcista se registró en 2020 y tuvo un pico histórico de US$67 mil. Eso hace que los mismos bonos se paguen solos con los bitcoines que se comprarán. Es importante que el bono cumpla con un porcentaje de pago sobre las utilidades que el bitcóin genere, y quizá puede llegar a más de un 13% de lo que paga El Salvador por sus bonos”, expuso.

Luego afirmó que este es un precedente para países que no tienen capacidad de manejar su tipo de cambio como Ecuador y Panamá e incluso, para aquellos que tienen sanciones por parte de Estados Unidos, pues pueden manejarlas a través de estas herramientas.

Guillén reiteró que es una inversión segura, siempre y cuando el gobierno de El Salvador cumpla con su palabra de enfocar el destino de los recursos de manera adecuada y no los gaste en otro tipo de rubros.

Aunque el lado negativo está en las alertas que despierta en organismos internacionales, lo que pueden empezar a generar sanciones contra El Salvador, concluyó Guillén.

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