El Grupo de Acción Financiera Internacional, GAFI, publicó una actualización preliminar sobre sus lineamientos relacionados con bitcoin, criptomonedas y proveedores de servicios de activos digitales. En uno de sus apartados, la entidad sugiere prohibir transacciones hacia y desde monederos particulares (autocustodios) cuando se trate de operaciones entre pares o P2P.
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De acuerdo con la organización que combate el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo, los países deben comprender los «riesgos» de las operaciones de este tipo. En aras de que los Estados tomen acciones para «mitigar» las operaciones P2P, la sugerencia del GAFI es limitarlas.
El lineamiento sugiere textualmente «denegar la licencia a los proveedores de servicios de activos digitales (VASP) si permiten transacciones a/de entidades no obligadas (es decir, monederos privados/no alojados) a aceptar transacciones solo de/a otros proveedores de servicios de activos digitales».
Lo anterior apunta a que los operadores solo podrían realizar transacciones dentro de los exchanges de bitcoin, por ejemplo, o entre múltiples exchanges. La potencial prohibición obligaría a los traders a no retirar sus fondos hacia sus monederos particulares, sino a dejarlos en las casas de cambio o moverlos entre ellas.
En teoría, tampoco se permitiría el envío de fondos desde una cartera de este tipo hacia un exchange, esto para cumplir con la denominada «regla de viaje». Según la norma, los exchanges deben intercambiar información sobre aquellos usuarios que realicen operaciones que superen los 1.000 dólares.
La idea es que los VASP sepan en todo momento de dónde provienen y hacia dónde van las transacciones que se realizan. Según el GAFI, esta dinámica podría ser entorpecida con el uso de los monederos particulares que cada usuario tiene en su teléfono, por ejemplo.
Vigilancia centralizada del GAFI sobre bitcoin
Para Scott Grob, director de la Asociación de Especialistas en Antilavado de Dinero (ACAMS), los lineamientos que ha implementado el GAFI en el pasado y los que sugiere en esta oportunidad están «lejos de ser la solución completa que necesita la industria». Según Grob, se trata de otro intento de los supervisores para «controlar el tema».
Citado por medios digitales, el director explicó que el enfoque que intenta implementar el grupo se basa en un control o vigilancia centralizada. El propósito del GAFI sería acercar la lupa a las operaciones financieras sobre «todas las partes de forma similar, independientemente de la tecnología».
En Twitter el usuario Peter Slagter (@pesla) publicó que el borrador del GAFI es una guerra continuada contra el efectivo y la privacidad. «Fue presentado como opcional, pero aun así es vicioso».
Hace tres semanas que el GAFI presentaría una guía más rigurosa para criptomonedas y proveedores de servicios relacionados con bitcoin. Este borrador es una actualización de las directrices de la organización para que actores maliciosos no laven dinero ni financien terrorismo utilizando criptomonedas.
El GAFI fue creado en 1989 y está conformado por unos 40 países. Desde entonces ha formulado recomendaciones y un estándar para minimizar el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo. No proclama leyes, sino lineamientos que cada país puede ajustar o no a sus legislaciones locales.