El grupo brasileño Odebrecht despidió a su expresidente Marcelo Odebrecht, en detención domiciliaria, en medio de una disputa interna y de las incertidumbres por el futuro de la que fue una de las mayores constructoras de América Latina, destronada por la operación anticorrupción Lava Jato.
Por CNN /AL
Por medio de un comunicado, la compañía afirma que «la desvinculación del funcionario de su plantilla atiende a una recomendación hecha por veedores externos independientes del Ministerio Público Federal y del Departamento de Justicia de Estados Unidos que actúan en la empresa hace dos años y medio».
Según el comunicado, que no detalla las razones de la decisión, el expresidente «mantiene su condición de socio minoritario indirecto», con lo que su relación con el grupo se dará «de ahora en adelante en el ámbito de los accionistas».
Marcelo Odebrecht fue condenado en 2016 a más de 19 años de cárcel tras la operación Lava Jato, que a partir de 2014 desveló una gigantesca red de sobornos pagados por grandes constructoras a políticos para obtener contratos en la estatal Petrobras. La sentencia fue reducida a 10 años después de que aceptase colaborar con la justicia, y en 2017 pasó a cumplir prisión domiciliaria con tobillera electrónica. Desde el pasado mes de septiembre, tiene autorización para salir a trabajar