Una operación encubierta para desbaratar redes de tráfico humano en el condado Polk, en Florida, terminó con el arresto de más de 200 personas, entre ellas 35 indocumentados.
El sheriff Grady Judd informó que 12 de los ilegales buscaban prostitutas, 18 eran prostitutas y 3 víctimas de trata y que habían llegado de Cuba, Chile, Venezuela, México y otros países.
Uno de los detenidos es Freddy Escalona, acusado de obligar a una víctima a prostituirse para pagar una deuda. Le quitaba hasta 70% de sus ganancias.
«Es alarmante ver más indocumentados en cada operativo», afirmó Judd. «Debería ser una gran advertencia para Estados Unidos».
El mes pasado, en otra redada en Bay County, 7 ilegales figuraron entre 19 arrestados por crímenes sexuales contra menores.
Este tipo de casos expone la cara más oscura y peligrosa del tráfico humano. Bandas criminales se lucran con la miseria ajena, convirtiendo a inmigrantes en esclavos modernos mediante chantaje, explotación y vejámenes.
Mientras los políticos debaten sobre leyes migratorias, estas mafias actúan impunemente destrozando vidas inocentes. Urge tomar medidas drásticas para desmantelarlas y castigar a los culpables con todo el peso de la ley.