Luego de que se diera a conocer que se están llevando a cabo investigaciones referentes a corrupción ejecutada durante la elección de Catar como sede de la Copa del Mundo 2022, este martes 26 de septiembre se oficializó la orden de captura contra Mohamed bin Hammam, quien fue artífice del certamen en su territorio.
Se comprobó que muchos de esos trabajadores eran migrantes indocumentados, quienes, según la ONG de Derechos Humanos Amnistía Internacional, tenían que llevar a cabo esos trabajos extenuantes en horarios extensos mientras se encontraban en condición de hacinamiento y sin garantías laborales, en las que además ya se había empezado a incumplir con sus pagos.
Dentro de las denuncias en su contra se registran algunas de pagos por 3,6 millones de dólares en soborno para organizar el campeonato en su territorio predilecto.
Cabe recordar que en el año 2011, el multimillonario había sido inhabilitado por la Fifa de su cargo como presidente de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC), porque había intentado la compra de votos para llegar a la dirigencia.
Ahora, según lo informó L’Equipe, el encargado de impartir justicia en este caso fue el juez Serge Tournaire, quien desde los tribunales de Francia emitió la orden de captura internacional contra el acaudalado jeque, la cual se habría anunciado el pasado 22 de junio, y esta es la tercera vez que se lanza en su caso.
Hasta el momento, Mohamed bin Hammam no se ha presentado a ninguna de las citaciones anteriormente mencionadas, por lo que las autoridades francesas le dictaron la orden de captura inmediata.
Es preciso recordar que la asociación anticorrupción Anticor anunció hace algún tiempo que denunció el 7 de abril al expresidente francés Nicolas Sarkozy, por sospechas de corrupción en la atribución de la Copa del Mundo de Qatar 2022.
La demanda, revelada por el diario Le Monde, también apunta a su exmano derecha Claude Guéant, el publicista François de la Brosse y el exprimer ministro catarí Hamad Ben Jasem al Thani.
Anticor los considera sospechosos de tráfico de influencias, corrupción de un agente público extranjero, asociación de malhechores, financiación ilegal de campaña electoral y ocultación de ese delito.
La asociación se basa en un artículo del medio de investigación Mediapart sobre la colaboración gratuita de La Brosse en la campaña presidencial de Sarkozy en 2007 y como consejero de comunicación en la presidencia.
En 2011, su empresa ZNZ enfrentó problemas económicos y el publicista, que cifra en casi 2,8 millones de euros (3,07 millones de dólares) las prestaciones no facturadas, contacta con el presidente y con Guéant.