La Justicia Federal ordenó la detención de los líderes del Sindicato Único de Recolección de Residuos y Barrido de Córdoba (Surrbac), Mauricio Saillen y su vice Pascual Catrambone.
La orden fue solicitada por el fiscal Enrique Senestrari y ordenada por el juez Ricardo Bustos Fierros, en el marco de la causa por supuesto lavado de dinero. Los directivos del Surrbac están imputados por el delito de usura y defraudación fraudulenta.
La Justicia Federal realizó una serie de allanamientos en la sede de la mutual del Surrbac; en la vivienda de su titular, Mauricio Saillen, y en otros domicilios particulares, en el marco de una causa por supuestas irregularidades en el manejo de fondos de la mutual.
El operativo más amplio se llevó a cabo en la mutual del Surrbac entre calles Salta y Lima (cerraron el tránsito en el lugar). De los allanamientos participaron miembros de la Policía Federal y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
Otro de los allanamientos se llevó a cabo en la casa de Franco Saillén, vocal del sindicato, actual legislador de Córdoba y candidato del kirchnerista Frente de Todos.
En un comunicado de prensa, el Surrbac repudió los allanamientos y denunció una “burda operación” contra el movimiento obrero que se opone a las políticas del Gobierno nacional.
La principal sospecha es que la mutual fue usada para realizar supuestamente lavado de dinero, lo que habría resultado en millonarias ganancias para algunos de los principales miembros de la comisión directiva del sindicato.
El caso se mantuvo -por ese entonces- bajo la carátula de administración fraudulenta y usura calificada, en el marco de una investigación por los supuestos delitos de intermediación financiera y lavado de activos, que ahora están bajo jurisdicción federal.
La Voz contó que la auditoría a la mutual Amsurrbac solicitada por la fiscal arrojó datos escandalosos: los dirigentes del gremio usaron la mutual para viajar a exclusivas playas del Caribe, pagar suites presidenciales en hoteles cinco estrellas, cobrar viáticos millonarios, realizar contratos con empresas familiares.
Uno de los hechos más graves detectados por los contadores fue que varios de los gremialistas obtuvieron ganancias millonarias prestándole dinero a la mutual, que luego era dado a los recolectores y barranderos a través de créditos y adelantos, con tasas usurarias.
Se publicó en un informe especial sobre el líder sindical que describió cómo llegó a controlar la Crese, el Esop y presionar sobre las empresas privadas del servicio de recolección de residuos. También sobre cómo el Surrbac se mantuvo impermeable a cualquier control institucional durante años.
La Voz