Las apuestas deportivas son una actividad en crecimiento que está ingresando a todas las regiones del mundo. Sin embargo, el mercado ilegal ha crecido más rápido que el legal y se ha convertido en un riesgo para el deporte, por los casos de manipulación de resultados y lavado de activos.
Las apuestas deportivas son un mercado en constante crecimiento a nivel mundial. Esta actividad mueve USD 40.000 millones anualmente, tomando en cuenta únicamente los movimientos legales, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). El mayor mercado se encuentra en Asia, con casi el 50% de los movimientos mundiales, seguido por Europa con el 38%.
Hasta 2020, América Latina era la región con menos participación, pero este panorama ha cambiado ampliamente en los últimos cuatro años. Las apuestas deportivas están ingresando incluso en los mercados que más las rechazaban, como es el caso de Estados Unidos, que recién en 2018 legalizó esta actividad, o los países árabes, que se interesan en este mercado más allá de sus prohibiciones religiosas.
A nivel mundial, el fútbol es el deporte que más atrae a las apuestas, pero esto depende de la región y el país. Por ejemplo, en Estados Unidos este mercado se dirige más hacia el baloncesto, mientras que en India el deporte más popular es el críquet. Sin embargo, con el auge de las casas de apuestas deportivas, el mercado ilegal crece a la par, o incluso más rápido.
Esta actividad es muy atractiva para las organizaciones criminales transnacionales, que la utilizan para lavar dinero y financiar sus delitos. Este es el panorama mundial del mercado, legal e ilegal, de las casas de apuestas: Asia Los países del continente asiático están «especialmente afectados» por las apuestas deportivas ilegales, según detalla un informe de 2021 de UNODC. Esta región se ha convertido en un mercado atractivo por el masivo crecimiento de clientes, lo que se ha traducido en una expansión de los operadores de apuestas, que ubican su base en estos países y expanden su negocio alrededor del mundo.
Filipinas, por ejemplo, lleva más de dos décadas siendo el centro de apuestas deportivas más importante del continente. Las empresas legales deben pagar una tasa inicial de USD 190.000 para obtener un permiso de funcionamiento y solo pueden aceptar apuestas de usuarios fuera del territorio. Los clientes de este mercado, en más del 90%, provienen de China, donde es ilegal apostar en línea. Estas empresas no solo atraen a usuarios, sino también a empleados.
En 2020, 100.000 ciudadanos chinos llegaron a ese país para trabajar en esta actividad. Por otra parte, en la región árabe, hay un fuerte debate actual sobre la legalidad y moralidad de las apuestas deportivas. La mayoría de países basa su norma legal en el Islam, y esta religión prohíbe toda forma de apuestas, como ocurre en Qatar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
Sin embargo, cada vez se hacen más excepciones a esta regla. Algunos interpretadores modernos del Islam consideran que las apuestas deportivas deberían ser permitidas con moderación.
Además, las nuevas generaciones están cada vez más abiertas a las apuestas deportivas en línea, mientras que los gobiernos analizan la idea de legalizar a estas empresas para fomentar su economía y percibir más impuestos. Europa En abril de 2023, los clubes de la Premier League (la liga de fútbol inglesa), acordaron eliminar a las marcas de las casas de apuestas de la parte frontal de sus camisetas, como parte de un trato para reducir la publicidad de estas empresas. Este trato entrará en vigencia desde mediados de 2026.
A pesar de esta próxima prohibición, la Premier se mantiene como una de las ligas europeas con mayor cantidad de auspicios de casas de apuestas deportivas en esta temporada. Siete equipos tienen a una de estas marcas en su camiseta y sus patrocinios representan un total de USD 71,79 millones. «Las casas de apuestas se han convertido en un gran tabú en los auspicios de fútbol.
Sin embargo, poner a una de estas marcas en la parte frontal es la mejor oportunidad para maximizar el presupuesto anual, sobre todo para aquellos clubes que no están en los primeros puestos», afirmó Jake Kemp, de la compañía de análisis GlobalData.
El West Ham, de la Premier League, actualmente está patrocinado por la casa de apuestas betway. AFP En España, desde 2021, el Gobierno prohibió la publicidad de casas de apuestas en los equipos de fútbol, lo cual representaba ingresos de hasta USD 90 millones para los clubes. Cuatro equipos tuvieron que comenzar esa temporada sin un auspiciante principal en su camiseta. Sin embargo, este vacío promovió la llegada de un nuevo sponsor, las criptomonedas, que se abren paso como una opción atractiva en el fútbol y en otros deportes.
Más allá de estas prohibiciones relacionadas a la publicidad, las apuestas deportivas se mantienen legales, y en crecimiento, en la mayoría de Europa, con pocas excepciones donde son ilegales, como en Noruega y Polonia. Estados Unidos En 2018, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos derogó una ley federal de 1992 y permitió que los gobiernos estatales autoricen las apuestas deportivas.
En 2020, 18 estados regularizaron a estas empresas y, en dos años, las apuestas superaron USD 20.000 millones en movimientos. Actualmente, ya son 38 estados (más Washington DC y Puerto Rico) donde las apuestas deportivas son legales, y en 30 de ellos está permitido apostar en línea.
El estado con mayor mercado es Nueva York, mientras que esta actividad se mantiene ilegal en California y Texas. Las casas de apuestas también son un fuerte socio de las ligas y equipos estadounidenses. En 2023, hubo 278 contratos con competiciones y clubes deportivos que sumaron un monto de USD 3.300 millones.
El mercado más lucrativo es el básquetbol, que representa USD 211 millones, es decir, un 22,8% del patrocinio anual de apuestas deportivas en el país. La casa de apuestas Draft Kings es el sponsor principal de la NBA. NBA Latinoamérica Una región que ha visto un crecimiento exponencial en las apuestas deportivas es Latinoamérica. Estas marcas han invadido a los equipos, las competiciones y las transmisiones. México es uno de los países que más ha fomentado el crecimiento de este mercado. Las casas de apuestas están presentes en la selección nacional y en la mayoría de equipos.
Actualmente, 18 marcas están involucradas en los clubes de la Liga MX. Sin embargo, este auge ha hecho que el gobierno nacional considere incrementar los controles y regulaciones para estas empresas. Como parte de una ley de protección a menores de edad, se evalúa controlar la publicidad y prohibirla en las camisetas. La casa de apuestas Caliente es el sponsor principal del club mexicano Chivas. Chivas En Sudamérica, Brasil y Argentina son los países donde más fuerza tienen las casas de apuestas. 17 de los 25 equipos de estas ligas que juegan torneos Conmebol (Libertadores y Sudamericana) tienen patrocinio con estas empresas, es decir, el 68%. Son contratos que representan montos importantes para los presupuestos de los clubes, como es el caso de Corinthians, que tiene un contrato anual de USD 23 millones con Vai de Bet, o Fluminense, que firmó por USD 10 millones por temporada con Superbet.
En Argentina, las casas de apuestas están presentes en los dos equipos más importantes: Codere en River Plate y Betsson en Boca Juniors. Betsson es el patrocinador oficial del club argentino Boca Juniors. AFP En Ecuador también están en auge estas empresas. En 2024, 12 de los 16 equipos de la Serie A tienen casas de apuestas como su patrocinador, mientras que para la LigaPro y la Federación Ecuatoriana de Fútbol es su sponsor principal. Uruguay y Bolivia son las grandes excepciones en la región. Las casas de apuestas no son autorizadas y no tienen patrocinios con ningún club. Las apuestas ilegales dominan el mercado
Las apuestas ilegales se han convertido en «uno de los principales motores de la corrupción en el deporte y un importante canal de lavado de dinero, incluso por parte de grupos de delincuencia organizada», informa la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Combatir estas actividades se ha convertido en un verdadero problema para las entidades gubernamentales, ya que una gran parte de los operadores se encuentran en el extranjero, utilizan vacíos legales y se aprovechan del anonimato que hay en el Internet. Por lo tanto, estas empresas no pagan impuestos ni están sujetas a la supervisión de instituciones financieras y son más proclives al lavado de activos y al crimen organizado transnacional. Por ejemplo, en 2015, en Italia se detuvo a una banda que utilizaba una red de 1.500 tiendas de apuestas, 82 sitios de internet y 11 empresas de juegos de azar en Austria, Malta, Rumanía y España para lavar dinero.
Una nueva modalidad para este delito son las criptomonedas, ya que son un método internacional de transferencia de dinero que es más difícil de rastrear. Según cálculos de UNODC, cada año se lavan hasta USD 140.000 millones en apuestas deportivas a nivel mundial y la cantidad apostada en sitios ilegales de apuestas va desde los USD 340.000 millones hasta los USD 1,7 billones.
«El mercado ilegal de apuestas tiene las mismas utilidades que el legal y se estima que hasta el 80% de las apuestas deportivas en todo el mundo se realiza de forma ilegal», afirma la Federación Asiática de Carreras y Apuestas. Las apuestas deportivas ilegales están fuertemente conectadas con la manipulación o amaño de partidos. Es así como los grupos de delincuencia organizada consiguen lavar dinero de manera anónima, efectiva y con amplios márgenes de ingresos.
Las operaciones de apuestas ilegales son atractivas para las bandas criminales porque involucran bajos costos y pocos riesgos, en comparación con otras actividades como el narcotráfico. Estos grupos funcionan como estructuras complejas, con redes que incluyen a corredores de apuestas y agentes en distintos niveles. Organismos internacionales han puesto énfasis en detener estas operaciones ilegales. De 2007 a 2016, la Interpol llevó a cabo 4.000 redadas de casas de apuestas ilegales que manejaban USD 649 millones en China, Francia, Grecia, Italia, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.
Por su parte, la FIFA incluyó en 2020 un artículo en su Código de Ética, que está dirigido a oficiales, jugadores, organizadores de partidos y agentes: Art. 27.- Se prohíbe a las personas sujetas al presente código a participar directa o indirectamente en actividades como apuestas, juegos de azar, loterías o hechos similares relacionados con partidos de competición o que tenga un interés financiero en dichas actividades. Código de Ética de la FIFA.
La persona que infrinja este artículo será sancionada con una multa mínima de USD 110.000 y la prohibición de ejercer actividades relacionadas con el fútbol durante un periodo máximo de tres años. Las apuestas deportivas se han convertido en un problema con varias capas de complejidad.
Es una actividad cada vez más atractiva para las audiencias y que está ingresando en todas las regiones. Sin embargo, las actividades de las casas de apuestas resultan dificiles de controlar para los gobiernos, porque sus operaciones trascienden las fronteras de los Estados, evadiendo impuestos y conectándose con poderosas bandas criminales que actúan en un mercado ilegal que está superando al legal.