Un petrolero de Florida que se declaró culpable de participar en una conspiración de $1,000 millones para pagar sobornos a funcionarios venezolanos recibió una importante rebaja en la sentencia luego de cooperar con fiscales estadounidenses que investigan la corrupción en el monopolio petrolero estatal del país.
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Abraham Shiera fue uno de los primeros testigos en presentarse y cooperar con una extensa investigación federal de varios distritos sobre PDVSA, como se conoce al gigante petrolero, luego de su arresto en 2016.
El juez Gray Miller sentenció el jueves a Shiera, quien nació en Venezuela, a 12 meses y un solo día de prisión, una sentencia leve que significa que es poco probable que pase mucho tiempo tras las rejas.
Shiera y su socio comercial, el magnate petrolero venezolano Roberto Rincón, fueron acusados de pagar sobornos a cambio de contratos lucrativos para construir generadores de electricidad para PDVSA en un momento en que Venezuela sufría cortes de energía generalizados.
A cambio de manipular procesos de licitación aparentemente competitivos, los dos pagaron sobornos a varios funcionarios en la forma de cientos de miles de dólares en transferencias electrónicas a cuentas bancarias en el extranjero, una reserva de hotel de $14,502 en el lujoso Hotel Fontainebleau en Miami y, en un caso, una botella de whisky.
Se desconoce exactamente contra quién testificó Shiera como parte de su cooperación. La mayoría de los registros del caso, incluso el memorando del gobierno que solicita clemencia presentado esta semana, han estado sellados durante años.
Pero en los años transcurridos desde su arresto, muchos otros venezolanos con información privilegiada, incluido un viceministro de energía y varios funcionarios que trabajan para PDVSA y sus afiliados, han sido acusados de cargos similares.
Uno de los destinatarios del soborno de Shiera y Rincon, mencionado en una acusación relacionada como “Oficial B”, es el exzar petrolero de Venezuela, Rafael Ramírez , dijo un funcionario estadounidense a The Associated Press en 2018.
Ramírez, que no ha sido acusado penalmente, ha negado haber actuado mal y dice que sus opositores políticos, así como fiscales estadounidenses demasiado entusiastas, están promoviendo acusaciones de corrupción que buscan desmantelar la revolución bolivariana iniciada por el difunto Hugo Chávez.
Si bien profesa lealtad a los ideales izquierdistas de su exjefe, Ramírez es un crítico acérrimo del sucesor elegido por Chávez, Nicolás Maduro, y ha estado exiliado en Italia después de renunciar como embajador del país ante las Naciones Unidas en 2017.
El abogado de Shiera se negó a comentar. Rincón está programado para ser sentenciado en diciembre.