SEMANA revela la solicitud de la Fiscalía a la Corte Suprema para que investigue a la senadora Piedad Córdoba por lavado de dinero. Nuevos testimonios la señalan de cobrar millonarias comisiones para facilitar pagos en Venezuela, gracias a la cercanía con Hugo Chávez.
antilavadodedinero / Semana
Los líos judiciales de Piedad Córdoba, senadora del Pacto Histórico, no dan tregua y su situación es cada vez más complicada. SEMANA tiene en su poder un explosivo documento con el que la Fiscalía le pide a la Corte Suprema de Justicia, específicamente a la Sala de Instrucción, que la investigue por lavado de activos.
Se trata de un proceso nuevo, diferente a los que ya tienen a la senadora en el banquillo de procesados ante la Corte Suprema. El origen tiene que ver con millonarios negocios de empresarios dedicados al negocio de textiles, quienes en amplias declaraciones ante la Fiscalía revelaron cómo, para lograr concretar pagos en Venezuela, había una ficha clave y le tuvieron que pagar jugosas comisiones: Piedad Córdoba.
El documento enviado por la Fiscalía no deja dudas y señala que dos testigos salpicaron a Córdoba con este delito cuando, al parecer, aprovechando su muy estrecha relación con el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se había convertido en intermediaria en los negocios, en este caso de textiles, por jugosas comisiones.
En el documento enviado a la Corte, la Fiscalía sustenta el porqué del nuevo proceso. “Encontrándose este despacho, efectuando el análisis pertinente para la audiencia preparatoria que se viene adelantando ante el Juzgado 4 Penal del Circuito, en contra del señor Alberto Aroch y otros, por el delito de lavado de activos, enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir, se advierte la obligación de compulsar copias ante la Sala de Instrucción Penal de la Corte Suprema, para que se investigue la conducta de la senadora Piedad Córdoba, en el marco que la ubican los testigos Salomón Bendayan e Isaac Pérez Guberek, como una de las personas que, al parecer, participó en el lavado de activos por el cual fue acusado el precitado señor y su grupo de colaboradores”, señala el documento.
Se trata del juicio contra el empresario Aby Aroch, quien dice la Fiscalía, “desarrolló un esquema de triangulación para el ingreso multimillonario de dinero a Colombia, mediante la utilización de empresas fachadas en Hong Kong (China), Venezuela y Estados Unidos, con el propósito de dar la apariencia de legalidad de operaciones económicas normales por importación y exportación de productos textiles”.
Los dos testimonios que hoy tienen bajo la lupa nuevamente a Córdoba aparecieron en esta gigantesca investigación contra el lavado de activos.
La Fiscalía envió en su integridad las dos duras declaraciones, ahora en poder de este medio. En su versión jurada, el también empresario de los textiles Isaac Pérez dice: “Cuando Aby (Aroch) se enteró de los negocios nuestros de exportación, insistió para entrar y para eso creó la compañía Vital Jeans, y para conseguir que le pagaran exitosamente en Venezuela, se hizo o contrató los servicios de, en ese entonces, la senadora Piedad Córdoba”.
Y es que las llaves del éxito en las negociaciones en Venezuela las tenía la hoy senadora del Pacto Histórico, o por los menos así queda claro en el testimonio. “A través de sus buenas migas con el presidente Chávez le conseguía que le pagaran preferencialmente a él. Los colaboradores de Piedad Córdoba que hacían el trabajo de campo, de reunirse con la gente, con los generales y políticos de Venezuela, se llamaban Andrés Vásquez y Mauricio Cárdenas”.
Cuando el testigo se refiere a Vásquez, está hablando de quien fue la mano derecha de Córdoba y que es uno de los principales testigos contra la senadora ante la Corte Suprema, en el expediente más grande que tiene el alto tribunal en su contra, y en el que se investigan sus posibles relaciones con las Farc y hasta sus multimillonarios negocios con el denominado testaferro del régimen de Nicolás Maduro, Álex Saab, hoy preso en Estados Unidos.
El segundo testigo, Salomón Bendayan, también bajo la gravedad de juramento, acusó a Córdoba: “La operación que yo tuve con Aby (Aroch) duró un tiempo y fueron decenas de millones. Tengo detalles extensos de toda la operación, hasta que tuvimos problemas porque el Gobierno venezolano tuvo problemas con el colombiano y se tuvo que paralizar la operación. Eso nos causó un problema financiero porque debíamos dólares o bolívares”.
El testigo coincide en nombrar al hombre de confianza de Córdoba, Andrés Vásquez, y la cercanía de ella con el presidente Chávez, “un exsenador Miguel Pinedo nos presentó un muchacho que se llamaba Andrés Vásquez, que era la mano derecha de Piedad, ella también se involucró porque era muy allegada a Chávez, entonces tuvimos buenos resultados porque, pese a que los pagos entre Venezuela y Colombia se habían estancado, nosotros tuvimos pagos”.
En el expediente que tiene Piedad Córdoba andando en la Corte, en varias ocasiones se cita al exsenador Miguel Pinedo, quien también es señalado por estos empresarios, “el señor Pinedo se movió muy duro, hasta tengo pruebas que le compré un billete aéreo de Bogotá a Caracas y le pagamos la estadía por orden de Aby. Tengo e-mails para respaldar mis manifestaciones. Ahí se puso a trabajar fue Andrés Vásquez, yo no quise conocer personalmente a Piedad Córdoba porque sabía de sus vínculos con la guerrilla en Colombia, pero ellos trabajaban directamente con ella”.
Agrega el testigo Salomón Bendayan que “ella (Piedad) nos ayudó con Chávez y los contactos de Venezuela, para poder mover las operaciones y tuvimos resultados. Nosotros le pagamos comisiones a Andrés que iban para Piedad Córdoba, también tengo reporte de esas operaciones”.
El problema para la senadora Córdoba por un eventual lavado de activos, según los testimonios, podría ser de marca mayor, pues los montos que se movían son millonarios. La Fiscalía le preguntó cuánto dinero tenían represado en Venezuela y cuánto le correspondía al empresario de textiles Aby Aroch, la respuesta fue contundente.
“No le tengo los números exactos, pero total quedaban unos 130 millones de dólares, de los cuales 40 y pico eran Aby, pero cuando Aby metió a Miguel Pinedo y a Piedad Córdoba, él ayudó a liquidar la totalidad y logró que se liquidara una parte”, aseguró Bendayan.
Las piezas de este rompecabezas judicial casan a la perfección. En la investigación que sigue la Corte Suprema contra Córdoba, ya se tenía rastro de sus movimientos, que había sido aportado justamente por el mismo Andrés Vásquez.
En ese momento, SEMANA reveló lo que el exasesor de la congresista le dijo a la Corte: “Cuando el Gobierno de Venezuela aprobó e inició el pago de Cadivis (Comisión Nacional de Administración de Divisas) a empresarios apoyados por Piedad Córdoba, ellos empezaron a pagar la comisión de éxito.El primer empresario fue Salomón, quien vino a través de una reunión entre Córdoba y Miguel Pinedo Vidal. El listado Piedad Córdoba lo incluyó en el grupo Los Árabes”, explicó Vásquez.
SEMANA contactó al exasesor, quien advierte que sí recibió tiquetes aéreos, sí hizo negocios, pero que no estuvieron relacionados con su rol con la congresista. “Hice negocios, por ejemplo, con Salomón Bendayan en Argentina, Israel, Estados Unidos. Pero ya no era asesor, era un agente libre. La relación que se tejió durante dos años me dio la cercanía para entablar relaciones comerciales y de negocios. Pero aclaro, estos no se dieron en Venezuela”.
Se refirió también a las pruebas que entregó como testigo en el caso contra Córdoba y señala que: “Hay un correo en el que le digo a Salomón qué dineros enviarle a Piedad. A Salomón le paga 10 millones de dólares el Gobierno de Venezuela, y él a su vez le tenía que pagar una comisión a Piedad, que era como un millón de dólares. Una parte fue para pagarle a Piedad, que es un correo que le envié a la Corte, en el que yo les digo que les dejen el dinero en efectivo en un apartamento de Piedad Córdoba, en Bogotá. Eran como 150.000 dólares que le enviaron al apartamento”.
Vásquez incluso recuerda que le contó a la Corte Suprema que “Salomón me dice que es imposible seguirle enviando en efectivo y por eso aparece la posibilidad de que Álex Saab prestara el nombre de una de sus empresas para que le consignaran dinero a Piedad Córdoba”.
Mientras la senadora Piedad Córdoba insiste en su inocencia y en una persecución política y judicial, los testimonios de su exasesor Andrés Vásquez y los empresarios de los textiles Isaac Pérez y Salomón Bendayan coinciden en que la senadora actuó como comisionista de millonarios negocios, pero no está claro qué hizo con ese dinero. Esa es la cuerda que deberá seguir la Corte para determinar si, como lo sospecha la Fiscalía, está involucrada en otro delito, esta vez, lavado de activos.