El Gobierno mantiene a las Fuerzas Armadas para reintegrar el orden al país, debido a los violentos actos vandálicos como centenares de semáforos apagados, negocios saqueados, 41 estaciones del metro quemadas y con daños graves en distintos puntos del territorio.
Las protestas han dejado un saldo de tres muertos, 156 policías y 11 civiles heridos, más de 300 detenidos.
Por su parte, el presidente Sebastián Piñera declaró estado de emergencia que restringe las libertades de reunión y de movilización.
La militarización en el país se ha incrementado para tratar de controlar los violentos disturbios, la radicalización de la protesta ciudadana contra el alza del precio del metro, es la causa en el país.
El Mercurio