Omar Rojas, el Pablo escobar boliviano, buscaba reuniones con el ELN y la disidencia de las FARC en Colombia. La organización internacional de narcotráfico también usaba su red para la venta de armamento. Un policía infiltrado reveló el funcionamiento de la banda criminal.
Antilavadodedinero / Eldeber
Un miembro de la policía colombiana, infiltrado en la banda internacional de narcotráfico, fue la pieza clave para la detención del boliviano Omar Rojas Echeverría y otros miembros de la organización. La banda liderada por Jorge Roca Suárez, conocido como ‘Techo ‘e Paja’, buscaba reuniones con organizaciones guerrilleras en Colombia para afianzar la instalación de laboratorios.
El testimonio ofrecido por el uniformado colombiano, cuya identidad está en reserva, señala los intentos de Omar Rojas para acceder a reuniones con miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en Catatumbo, y de la disidencia de las FARC, en Nariño.
De acuerdo con la investigación realizada por la DEA y fuerzas policiales de otros seis países, la organización traficaba grandes cantidades de droga y armas mediante la utilización de pistas clandestinas de aeronavegación.
En el último golpe a la organización internacional se han detenido a cuatro ciudadanos bolivianos y dos peruanos. La operación ‘Los Andes’, como se la ha denominado, se realiza desde el pasado año tanto en Perú como en Colombia, Brasil, Ecuador y Estados Unidos.
El pasado año, la Policía peruana detuvo a Jorge Roca Suárez, alias ‘Techo ‘e paja’, en Lima (Perú). Junto a él se detuvo a Herland Montaño Fernández, integrante de la banda y que ya contaba con antecedentes por narcotráfico en Bolivia desde 2012.
De acuerdo con el organigrama de la DEA, ‘Techo ‘e paja’ lideraba la organización con el apoyo de Roberto Moisés Banzer. Junto a ellos, Omar Rojas Echeverría, Jhon Cahuana Barrientos, Herland Montaño Fernández, Jheyson Montaño Fernández y el peruano Rómulo Rodríguez conformaban una estructura logística para la instalación de laboratorios y otras operaciones.
Jorge Roca Suárez fue detenido en Estados Unidos en 1990. Tras cumplir una condena de 27 años en prisiones norteamericanas retornó a Bolivia, donde también debió afrontar diversos procesos en su contra. A pesar de tener arraigo, en marzo del pasado año fue detenido en Lima (Perú) cuando trataba de rearmar una organización para el tráfico de sustancias controladas, según la policía.