El juicio por espionaje contra un ex agente de los servicios secretos polacos y el ciudadano chino que fue director de ventas de Huawei en Polonia se celebra estos días a puerta cerrada en Varsovia en medio de gran expectación. Los acusados, el chino Weijing Wang y el polaco Piotr Durbajlo, fueron detenidos en enero de 2019 acusados de trabajar para el Gobierno chino y se enfrentan a tres años de prisión.
Antilavadodedinero / ElPais
Según el fiscal, Wang aprovechó su puesto como directivo para tratar de influir en el Gobierno y extender el uso de la tecnología de la empresa china para “permitirle el control de infraestructura técnica”, mientras que Durbajlo “se ofreció como fuente de información” sobre el funcionamiento de la Administración polaca.
La vista se reanudó este miércoles después de que el día anterior los tres jueces que se ocupan del caso decidieran que el juicio se celebrara a puerta cerrada. Se espera que el proceso —que además de sus implicaciones internacionales será prolijo en detalles técnicos— podría durar varios meses.
Huawei ha sido acusada por varios Gobiernos de incluir sistemas de vigilancia y espionaje en sus dispositivos que supuestamente enviarían información al Gobierno chino. EE UU, Australia, Nueva Zelanda, Japón, el Reino Unido y Suecia han prohibido el uso de equipos de Huawei en los sistemas informáticos de sus servicios gubernamentales. La Unión Europea ha expresado también sus reticencias, pero no ha prohibido su uso.
Mientras que el ciudadano chino ha permanecido bajo custodia policial desde su arresto hace más de un año, Durbajlo, que trabajó para el servicio de espionaje nacional polaco, fue puesto en libertad bajo fianza a los seis meses de su detención.
Ambos procesados se han declarado no culpables y el abogado de Durbajlo, Bartlomiej Jankowski, ha declarado a la prensa que presentará una denuncia contra el Estado polaco ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Wang, que al comenzar el juicio se expresó en idioma polaco y pidió que se dirigiesen a él como Stanislaw, estudió en Polonia y fue cónsul de China en la ciudad de Gdansk antes de ocupar el puesto de jefe de ventas de Huawei en Polonia.
La compañía despidió a Wang cuando este fue detenido, pero le ha proporcionado apoyo financiero para costear su defensa legal y aseguró en un comunicado que las actividades de Wang estuvieron siempre “de acuerdo con los más altos niveles de transparencia y respeto a la ley”.