En un sorpresivo anuncio, el rey Felipe VI de España renunció a recibir la herencia que le pudiera dejar su padre, Juan Carlos, y le retiró su asignación de la Casa Real, en medio de sospechas de corrupción del rey emérito.
Antilavadodedinero / Rfi.fr
Un nuevo escándalo sacude la Casa Real española. Este domingo, tras revelaciones de la prensa, el rey de España, Felipe VI, tomó dos decisiones tan inéditas como drásticas: renunciar a la herencia que le pudiera dejar su padre, el antiguo rey Juan Carlos de Borbón, y retirarle la asignación del presupuesto que corresponde a 200.000 euros anuales.
A principios de marzo, un diario suizo reveló que en 2008, Juan Carlos recibió 100 millones de dólares del entonces rey Abdalaa de Arabia Saudita. El regalo levanta sospechas debido a que el ex rey de España recibió los dineros en una cuenta suiza después de otorgarle al rey saudita la máxima condecoración de la Casa Real española.
Buena parte de este dinero fue transferido, cuatro años más tarde, a la cuenta de la empresaria alemana Corina Larsen, amiga del rey de España, y a título de «donación para ella y su hija», justifica el abogado de la empresaria.
La revelación sobre estos movimientos de fondos también despierta dudas sobre posibles actos de corrupción en el marco de la licitación para la construcción de un tren de alta velocidad en Arabia Saudita. Una licitación que ganó un consorcio de empresas españolas, y alrededor del cual se sospecha el pago de comisiones ocultas.
Fiscales suizos y españoles investigan también la legalidad de otra cuenta bancaria suiza perteneciente a una fundación que habría servido para pagar pasajes de avión al rey Juan Carlos de Borbón.
