En las últimas horas se conoció en Argentina un documento que podría sellar la suerte judicial del exfutbolista colombiano Mauricio ‘el Chicho’ Serna.
En efecto, mientras ‘Chicho’ salía a los medios a hablar sobre lo que será un encuentro entre el Boca Juniors y el River Plate, la Unidad de Información Financiera de Argentina (UIF), presentaba un informe demoledor ante Néstor Barral, juez federal de Morón.
En el documento, la entidad no duda en pedir que el jugador sea llevado a un juicio oral y público por lavado de activos.
Además, califica al exmediocampista, de 51 años, de ser parte de «compleja agrupación criminal para la administración y circulación de bienes provenientes de actividades ilícitas», orquestada por el capo colombiano José Bayron Piedrahita Ceballos, alias ‘el viejo’ o ‘Montañez’.
Para los investigadores hay evidencia suficiente de que el capo inyectó en el sistema financiero argentino 1.800.000 dólares producto del narcotráfico, a través de dos propiedades que terminaron en manos del empresario Mateo Corvo Dolcet, pero que antes había adquirido Serna.
De acuerdo con el expediente, el exjugador paisa se hizo a los inmuebles por un monto ficticio de 930.000 dólares, la mitad de su precio comercial.
«Se ha logrado acreditar que Piedrahita Ceballos ha conformado una asociación criminal que ha perpetrado una serie de actos tendientes a la inserción de dinero ilícito proveniente del narcotráfico en el mercado legal, por medio de la utilización de emprendimientos inmobiliarios, empresas pantalla, transferencias bancarias, así como también la compra y venta de paquetes de acciones en nombre propio y a través de sus consortes de causa», se lee en el dictamen pericial, cuyos apartes publicó hace 24 horas el diario la Nación, de Argentina.
Y si bien Serna ha intentado hacerle el quite a este lío judicial señalando que desconocía las actividades de Piedrahita Ceballos, un testigo protegido de la DEA señaló al exjugador recientemente de ser testaferro de uno de los narcos más peligrosos de la llamada ‘Oficina de Envigado’: Carlos Mario Aguilar, alias ‘Rogelio’.
«Desde la Oficina de Envigado se manejaban las cuentas del cobro del narcotráfico. La creó Pablo Escobar Gaviria y luego (de su muerte) siguió», dijo el testigo.
Los herederos
El mismo testigo cuestionó la defensa de Victoria Henao, la viuda del narcotraficante Pablo Escobar, y de su hijo Juan Pablo Escobar, también vinculados al caso y quienes viven en Argentina con otras identidades, desde que el capo murió en un operativo liderado por autoridades colombianas.
Ambos aparecen recibiendo un porcentaje de las transacciones inmobiliarias por haber presentado a Piedrahita como inversionista.
En efecto, con sus nuevos nombres, ambos aparecen en el listado de los 9 vinculados al caso, para quienes se pide ser llevados a juicio por blanqueo de capitales ilícitos: «Mateo Corvo Dolcet, María de los Ángeles Verta, María Gabriela Sánchez, Antonio Pedro Ruiz, Esteban Del Río, María Isabel Santos Caballero (viuda de Escobar), Juan Sebastián Marroquín Santos (hijo de Escobar), Mauricio Serna y Piedrahita Ceballos, por ser miembros de una compleja agrupación criminal conformada para la administración y circulación de activos provenientes de actividades ilícitas».
La defensa de los Escobar siguen afirmando que ellos desconocían el origen del dinero que se movió a través de negocios inmobiliarios y, por ende, quién era José Bayron Piedrahita. De hecho, señalaron que el único dato que tenían de él es que se trataba de un próspero empresario ganadero colombiano.
En estas cumbres mafiosas se negoció una especie de proceso de paz con la familia del capo. Según le confirmaron a fuentes federales, a cambio de la entrega de caletas con plata y propiedades, les respetaron la vida y dejaron salir del país a los Escobar Henao.
En la repartija de la herencia de Escobar participaron capos de la talla de Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, entonces jefes del cartel de Cali. Además, Francisco ‘Pacho’ Herrera; José Santacruz, llamado Chepe, y Efraín Hernández, alias ‘Don Efra’.
El Tiempo
