El mercado de las criptomonedas superó este lunes por primera vez los tres billones de dólares, en un contexto de mayor interés por parte de la finanza tradicional y de los inversores, seducidos por unas subidas vertiginosas, pero preocupados por la inflación.
Antilavado de Dinero / Swissinfo.
El mercado de las criptomonedas representaba el lunes hacia las 10H00 GMT (11H10 en París) 3,7 billones de dólares, según la página CoinGecko, que monitorea el mercado de más de 10.000 criptomonedas.
Como suele ocurrir en ese sector, los analistas tenían dificultades para explicar el importante aumento de este lunes.
«El mercado de las criptomonedas aumenta con una velocidad asombrosa», explica a la AFP Ipek Ozkardeskaya, analista de mercados para SwissQuote. Para ella, existe «una parte de especulación y una parte de realidad».
Desde finales de octubre, los mercados estadounidenses tienen acceso a un fondo indexado (ETF, por sus siglas en inglés) a la evolución del bitcóin, que permite a los inversores apostar por el auge de la primera criptodivisa sin salir de Wall Street.
Al contrario del euro o del dólar, el número de bitcóins se fijó en 21 millones, que se emiten poco a poco, una regla imposible de cambiar sin controlar la integralidad de la red descentralizada.
Algunos inversores creen por ello que las criptomonedas son una manera de protegerse contra la inflación, que aumenta tanto en Europa como en América del Norte.
«Es una estrategia muy arriesgada dado lo volátil que es la criptomoneda y viendo cómo su valor puede sufrir la presión de los reguladores, o incluso los comentarios en redes sociales», alerta en una nota Susannah Streeter, analista de mercados para Hargreaves Lansdown.
El bictóin (+5% a 66.035 dólares a las 10H10 GMT) se acercaba a su máximo histórico, mientras que Ethereum, la segunda criptomoneda más grande en términos de tamaño de mercado, subía un 2% a 4.727 dólares, después de haberse disparado anteriormente a un nuevo máximo de 4.768 dólares.
Tanto el bitcóin como ethereum representan más de 40% y poco menos de 20% del mercado, respectivamente. La volatilidad de las pequeñas criptomonedas es mayor.
El Shiba Inu, un criptoactivo creado para rivalizar con el Dogecoin, alcanzó a finales de octubre un tamaño teórico de 40.000 millones de dólares, convirtiéndose en la décima mayor criptomoneda. Pero pocos días después, perdió 10.000 millones de dólares.
«Es poco probable que los campeones de hoy sean los supervivientes de mañana», subraya Ozkardeskaya, que teme «una burbuja del mismo tipo que la de Internet» en los 2000.