Por qué la Unión Europea sí tiene paraísos fiscales. Irlanda, Países Bajos y Luxemburgo son paraísos fiscales dentro de la Unión Europea.
Antilavadodedinero / UE
Su laxa tributación y legislación en la materia atraen grandes cantidades de inversión extranjera a costa, en muchos casos, de que otros países comunitarios dejen de recaudar impuestos.
Sin embargo, la Unión Europea se ve incapaz de abordar de manera decidida este problema, que carcome las arcas públicas de muchos Estados miembros.
Para la Unión Europea no existe ningún país comunitario que pueda ser catalogado como paraíso fiscal.
Al menos no para el Consejo Europeo, cuya lista de “países y territorios no cooperadores” en materia fiscal se va actualizando conforme los territorios que la Unión tiene en el radar ponen al día legislación y políticas para luchar contra el fraude y la evasión.
Hoy esa lista apenas cuenta una docena de ellos, y nunca ha incluido a países de la UE desde que fuese publicada por primera vez en el año 2017.
Ni siquiera cuando el Comité Especial de Delitos Financieros, Evasión Fiscal y Evasión Fiscal del Parlamento Europeo concluyó en 2019 que siete países de la Unión tenían rasgos de refugio fiscal: Bélgica, Chipre, Hungría, Irlanda, Luxemburgo, Malta y Países Bajos.
La ONG Oxfam llegó a unas conclusiones parecidas: si a los países de la Unión se le aplicasen los criterios que utiliza la propia Bruselas para decidir si terceros territorios son o no un refugio fiscal, Chipre, Irlanda, Luxemburgo, Malta y Países Bajos no pasarían la criba.
Entre este grupo de países, probablemente Irlanda, Países Bajos y Luxemburgo sean los más relevantes, por las prácticas que llevan a cabo y por sus acciones financieras.