El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ha abandonado este domingo el país poco después de la llegada de los talibanes en la capital, Kabul, tras recuperar el control del país.
Antilavadodedinero / Okdiario
Ghani, según fuentes de la cadena afgana Tolo News, se ha marchado acompañado de un estrecho círculo de colaboradores tras entregar las competencias sobre la autoridad de las negociaciones con los talibán a los líderes políticos del país, según explicó el ministro de Defensa en funciones, Bismila Mohammadi.
El presidente afgano se habría dirigido a Tayikistán, según un asesor cercano del mandatario a la cadena india WION News, sin dar más detalles.
«El Emirato Islámico ordena a todas sus fuerzas mantenerse en las puertas de Kabul, no intentar entrar en la ciudad. Hasta la conclusión del proceso de transición», han señalado los talibanes en un comunicado, en el que apuntan que «la seguridad de la ciudad de Kabul corre a cargo de la otra parte, que debe mantenerla».
Los radicales enfatizan en su comunicado que «dado que la capital está densamente poblada, los muyaidín del Emirato Islámico no tienen intención de entrar en la ciudad por la fuerza o con guerra, sino hacerlo pacíficamente a través de una negociación en curso, para asegurarse de que un proceso transitorio se completa de forma segura, sin comprometer vidas, propiedad o el honor de nadie, y sin poner en riesgo las vidas de los kabulíes».
Los talibanes han asegurado que intención es «no vengarse de nadie» y que «todos los que han servido en el ejército, la policía y los sectores civiles de la administración serán perdonados y estarán seguros».
El negociador jefe del Gobierno afgano con los talibanes, Abdulá Abdulá, ha confirmado la salida del máximo mandatario del país, a quien se ha referido ya como «ex presidente».
Abdulá, jefe del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional, ha destacado su confianza en que «este día y esta noche tan difíciles» para el país pasen pronto y que la gente vea «días de paz».
Asedio a Kabul
Los talibanes están a punto de recuperar el poder en Afganistán tras dos décadas de conflicto.
En una ofensiva que se ha desarrollado con enorme rapidez, los radicales han reconquistado la mayoría de las capitales de provincia del país, apenas diez después una ofensiva fulgurante que les ha llevado a reconquistar la práctica totalidad de las capitales de provincia tras la retirada de las fuerzas internacionales, hace diez días.
El asedio a la capital, Kabul, se ha precipitado después de que los talibanes asumiesen el control del norte del país, con la toma de la ciudad de Jalalabad.
Múltiples fuentes de medios regionales han apuntado al ex ministro del Interior Alí Ahmad Jalali, de 81 años de edad, como nuevo presidente. El académico emerge como un candidato de consenso como antiguo comandante durante la invasión soviética de los años 80 en Afganistán, y tendría el beneplácito de Estados Unidos merced a su educación en este país frente al vilipendiado Ghani, a quien los talibán acusan de ser un títere de Estados Unidos.
El portavoz internacional de los talibán, Suhail Shahein, cree que la transición será «cuestión de días», según ha declarado a la BBC, antes de asegurar a la población de Kabul que «sus propiedades y sus vidas están a salvo».
A pesar de que los radicales han asegurado que no entrarán en la ciudad hasta que se culminen las negociaciones, el caos es total, con gran parte de la población tratando de salir de Kabul.