“Esa no hay que mostrarla, ¡ya sabés!”, dijo la gestora de la banda a su jefe, en referencia a la camioneta BMW X5 negra, que utilizaban para el traslado de drogas que -según se presume-, ingresaban a la provincia de Santa Fe en avionetas y desde aquí eran distribuidas, a las provincias de Córdoba, Buenos Aires y la Capital Federal.
Antilavadodedinero / ellitoral
El diálogo fue registrado por escuchas telefónicas, unos tres meses antes del durísimo golpe que sufrió la organización criminal, al incautarles casi 400 kilos de cocaína que escondían en bolsas negras, dentro del vehículo mencionado, que estaba estacionado en una cochera de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez.
Allí, al igual que en otros sitios similares, la banda “enfriaba” el cargamento ilegal, en busca del momento oportuno para continuar con la operación de colocación de la sustancia en el mercado. Una muestra de ello fue que el vehículo de alta gama, llevaba varios días estacionado, sin que nadie se inquietara en lo más mínimo. Según se supo después, no era la primera vez que los implicados dejaban un coche “tirado” en la cochera por un largo período, ni que en su interior algunos curiosos advirtieran la presencia de bolsas negras. “Pensamos que era ropa”, dijo uno de los responsables de la cochera al ser consultado por la policía.
Cinco procesados
Esos detalles y muchos otros fueron enunciados por el juez federal Nº 2 de Santa Fe, Marcelo Bailaque, quien este lunes procesó con prisión preventiva a cinco integrantes del clan delictivo, e impuso embargos de hasta diez millones de pesos para los principales implicados. La medida adoptada por el juez rosarino que subroga el cargo que está vacante en la capital provincial, fue el resultado de una larga y minuciosa investigación desplegada por el fiscal federal Nº 2, Walter Rodríguez, quien seguía la pista de la banda desde hacía dos años.
A la cabeza se encuentran los nombres de Gustavo Daniel Núñez (48) y Sebastián Osvaldo Romera (46), procesados por los delitos de almacenamiento de estupefacientes en su carácter de organizadores, agravado por el número de integrantes; así como por el lavado de activos de origen delictivo, agravado por la habitualidad.
En tercer lugar aparece la gestora de Arroyo Seco, Jorgelina Verónica Galligani (50), considerada junto a los dos anteriores como coautora del delito de “almacenamiento de estupefacientes, por la intervención de tres o más personas en forma organizada”; y por el lavado.
El cuarto y quinto escalón lo ocupan Matías Ezequiel Tomei (23) y María José Núñez (36), a quienes se los responsabilizó únicamente por el almacenamiento.
El juez Bailaque dispuso a su vez, que los cinco permanezcan en prisión preventiva mientras se tramita la causa; y fijó embargos por $ 10.000.000 para Núñez, Romera y Galligani; y de $ 400.000 para Tomei y María José Núñez.
Escuchas directas
El golpe de gracia para el núcleo duro de la empresa criminal se produjo el 18 de junio último, cuando el fiscal Rodríguez solicitó allanar una cochera de la calle Garay al 2100, esquina avenida Juan Domingo Perón de Villa Gobernador Gálvez, donde debían requisar un BMW X5 negro patente GTE072 que se encontraba allí.
Rodríguez investigaba entonces “una organización delictiva dedicada al tráfico de estupefacientes” mediante el uso de “avionetas”. Para ello tenían 15 teléfonos pinchados bajo la modalidad de “escuchas directas” y se venían realizando tareas de campo y de inteligencia a cargo de Policía Federal Argentina y Gendarmería Nacional.
Justamente fueron las tareas de inteligencia de las últimas horas de la noche del 17 de junio las que permitieron saber que “estarían organizando una maniobra de transporte de drogas desde la ciudad de Villa Gobernador Gálvez, hacia un destino por el momento desconocido”. De hecho, estaban seguros que al día siguiente Núñez movería la X5 repleta de cocaína. Luego se constató que en el vehículo había 369 panes de cocaína con un peso total aproximado de 391,920 kilogramos.
Zona sur
Ese día, además de la cochera de calle Juan de Garay, se allanaron diez domicilios particulares del sur provincial, entre los que se destacan cuatro domicilios de Villa Gobernador Gálvez; dos en Arroyo Seco; un galpón de General Lagos; un predio de una empresa privada y un estudio contable de Rosario; y un galpón de la localidad de Albarellos.
Los cinco buscados fueron detenidos e indagados a los pocos días por la autoridad judicial. Según se cree, Núñez y Romera se dedican al tráfico de drogas al menos desde septiembre de 2019, con un importante radio de acción en la región central del país.
Lavado de dinero
Para la Justicia Federal, Núñez, Romera y Galligani, pusieron en circulación activos provenientes del comercio ilícito de estupefacientes, en el período que transcurre desde octubre de 2017 hasta la actualidad.
En ese lapso pasaron por las manos de Romera 10 vehículos y un campo comparado el 8 de abril de 2021 con Galligani en General Lagos. La gestora llegó a tener 7 vehículos (entre ellos un tractor) y el campo a medias con Romera.
En tanto a Núñez se le contabilizaron tres camiones, una moto y una decena de autos y camionetas; una casa de calle Espora y Ecuador de V.G. Gálvez y una vivienda recientemente adquirida en Alvear, en construcción.
