La jueza del Tribunal Oral Federal de Santa Fe, María Ivón Vella, prorrogó por un año más la prisión preventiva para la Elizabeth Campos, la exesposa de Vicente Pignata, uno de los prófugos más buscados de la Justicia federal de Santa Fe desde hace dos años.
Antilavadodedinero / Airesdestf
La resolución alcanza además a Ramón Darío Campos, padre de Elizabeth y exsuegro del narcotraficante cuyo paradero sigue siendo una incógnita.
La prórroga de la medida cautelar se da justamente a pocos días de que Campos (hija) difundió una carta a la “opinión pública” en donde criticó a la Justicia y dijo que su detención es cruel e inconstitucional. “Estoy procesada sin condena, por un delito que resulta excarcelable, me tienen privada de la libertad”, supo escribir.
A última hora de la tarde del martes, la jueza emitió el fallo y ordenó que la mujer y su padre continúen detenidos hasta que llegue el juicio oral y público en el edificio de Primera Junta y San Jerónimo.
Tanto Campos padre como hija, se encuentran procesados por lavado de activos con fondos provenientes del narcotráfico en el marco de una investigación que llevó a cabo el fiscal federal N°2, Walter Rodríguez, y que detectó un voluminoso patrimonio, conformado por una multiplicidad de automóviles y propiedades, producto de presuntas maniobras ligadas a la tráfico y venta de estupefacientes en Santa Fe y la región.
En sus fundamentos, Vella consideró que Elizabeth Campos no cuenta con un arraigo laboral tras ampararse en la indagatoria realizada en 2019 ante el entonces juez de instrucción, Francisco Miño.
En aquella oportunidad, la mujer dijo que el local de ropa que tenía se encontraba cerrado y que el único sostén familiar era el propio Pignata. “Todo ello resulta demostrativo de que no cuenta con arraigo laboral suficiente”, dijo la jueza.
Pignata y Campos, el día que se casaron.
Además, la magistrada destacó que a Campos se le revocó en dos oportunidades las medidas cautelares que cumplía fuera de la prisión. Una de cuando gozaba la libertad provisional, a los pocos días de que la causa concretó los primeros allanamientos; y la otra en momentos en que cumplía la domiciliaria y terminó violándola porque se dirigió hacia una propiedad del barrio La Guardia donde supuestamente estaba su exmarido.
En cuanto a Campos (padre), Vella prorrogó su preventiva tras sostener que el imputado no tiene elementos objetivos que permitan establecer si tiene un trabajo en Santa Fe o la zona. A su vez, resaltó que el exsuegro de Pignata supo recibir “avisos policiales” que lo alertaban sobre posibles allanamientos en el country El Paso que tenían como fin dar con su exyerno.
“Resulta otro indicio demostrativo para suponer su capacidad para evitar y entorpecer la investigación”, dijo la magistrada en su resolución.
A la espera del juicio
Campos (hija) se encuentra acusada de haber puesto en circulación activos originados en el narcotráfico con la consecuencia posible de que estos adquieran apariencia lícita.
Dichos estupefacientes, estableció en su momento el fiscal Rodríguez, son los que se encargó de proveer Pignata antes de ser condenado el 8 de marzo del 2017 por una causa de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización” dictada en el Tribunal Oral Federal de Santa Fe.
Los bienes a los que la Justicia le puso la lupa fueron adquiridos en distintas operaciones comerciales que se dieron entre el 24 de junio del 2011 y el 13 de marzo de este año y que permitieron comprar trece automóviles y cinco inmuebles situados Sarmiento al 5200 de Santa Fe, dos en Colastiné Norte –uno ubicado en la ruta provincial N°1 y otro en Las Magnolias al 6800- y la Unidad Funcional N° 343 del country El Paso ubicado en el kilómetro 153 de la autopista Rosario-Santa Fe y que era propiedad del basquetbolista Carlos Delfino, también imputado en esta causa junto con padre.
La Unidad 343 de El Paso donde vivió Delfino y los Pignata.
En torno a Campos padre, quedó ligado a la pesquisa por realizar “el aporte criminal” necesario en el desarrollo de parte de las maniobras de lavado de activos llevadas a cabo por su yerno e hija consistente en la intervención como “presta nombre” del matrimonio en la adquisición de cuatro vehículos.