Pruebas de cómo Villarejo lavó 1,2 millones de euros en República Dominicana

El comisario jubilado José Manuel Villarejo también se valió de su condición de funcionario de Policía para hacer negocios en asuntos vinculados con las actividades del FBI. Y lo hizo aprovechando que uno de sus socios, el empresario José María Clemente Marcet, había colaborado con esta agencia de investigación de Estados Unidos al menos desde 2014, según consta en los diarios del polémico ex mando policial.

Antilavadodedinero / Elperiódicodearagon

Este tipo de actuaciones, según plasmó el fiscal Miguel Serrano en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional contra el clan policial, son «la esencia de la acusación del ministerio fiscal».

Las agendas, cuya veracidad han confirmado tanto la fiscalía anticorrupción como el juez que investiga el caso, Manuel García Castellón, y el propio Villarejo, incluyen numerosas anotaciones en las que el comisario alude a los contactos que mantiene Clemente Marcet, quien fue condenado en Francia a cinco años de cárcel por blanqueo de capitales del tráfico de drogas, con los agentes del FBI destinados en España.

Anotaciones como la que realizó el 19 de junio de 2016, en la que que de forma textual escribió: «Clon [José María Clemente Marcet]: Dice que va hacer un tema con el FBI para detener a un sujeto que debe (robó) 500 millones. Según él le corresponde el 10% (50) y de eso quiere ofrecerme el 15% (7,5) y otros asuntos que surjan».

República Dominicana

La investigación llevada a cabo por la fiscalía anticorrupción ha hallado pruebas de que Villarejo podría haber blanqueado 1,2 millones de euros con terrenos en la República Dominicana junto a su socio Clemente Marcet, con quien también habría hecho otros negocios, como por ejemplo la compra de un aparcamiento, viviendas e incluso una empresa tecnológica, esta última junto con el intermediario Adrián de la Joya.

Hace dos semanas el magistrado que investiga en la Audiencia Nacional el caso Tándem, Manuel García Castellón, acordó librar una segunda ampliación de la comisión rogatoria que ya había dirigido a la República Dominicana porque la fiscalía anticorrupción busca «reconstruir completamente el movimiento de los fondos recibidos de algunos de los más importantes clientes contratantes del Grupo Cenyt, y la averiguación del patrimonio acumulado en el exterior por los miembros de la organización criminal vinculados» al mismo, entre los que se encontrarían numerosos inmuebles e incluso hasta un hotel en Uruguay.

Las anotaciones de los diarios de Villarejo dan cuenta de las relaciones que el comisario y Clemente Marcet habrían mantenido con agentes del FBI desde al menos 2014, cuando todavía esta siendo reclamado por las autoridades de Washington y por Francia. La justicia gala le había condenado 2007 por blanqueo de capitales.

«Fijar objetivos»

«FBI: Llamó para concertar cita con Clon próx. semana. Quedo en organizar cita con el DAO [Eugenio Pino] para oficializarlo», anotó el 19 de de mayo de 2014, para unos días después, el 26 de mayo del mismo año, completar: «FBI: Llamada para anunciar que iban a iniciarse los contactos con Clon. Manda incluso los horarios de citas».

En otra se puede leer: «Reunión Ritz para fijar objetivos. Propuesta para en en julio a EEUU y allí firmar una infraestructura con casa incluida«. Este ofrecimiento de la Policía norteamericana hizo que Clemente Marcet asegurara estar «muy contento» y que incluso Villarejo activara la entrega de un visado para que su socio pudiera viajar a Arabia Saudí.

Otra anotación refleja la colaboración de la Policía española y la norteamericana. El DAO Eugenio Pino entregó una metopa policial al FBI, que pretendía que Clemente Marcet e incluso Villarejo acudieran a Miami. En esta ciudad se investigaba al socio del comisario en un Juzgado en relación a un alijo de 900 kilos de cocaína que fueron interceptados en un avión en París propiedad del príncipe saudí Naef Bin Fawaz Al-Shaalan que procedía de Venezuela.

Precisamente, este noble saudí fue el contacto que Clemente Marcet y Villarejo aprovecharon para realizar un viaje a Arabia Saudí. Así, el 21 de diciembre de 2014 el comisario anotó: «Arabia Saudí. Clon: Muy nervioso por ser su primer viaje al extranjero desde hace 12 años. Sin problemas para salir». En 2002 este empresario, que también está siendo investigado por una presunta estafa al Colegio de Médicos de Valencia, había sido detenido por orden del juez Baltasar Garzón.

EE.UU se hartó de Clemente Marcet

Sin embargo, las anotaciones de Villarejo muestran que en 2016 el FBI ya había perdido la esperanza de que Clemente Marcet acudiera a Estados Unidos a aclarar los hechos. El 25 de abril de ese año el comisario escribió: «FBI: Avisa de que se están cansando de esperar a Clon. Le contesto que todo depende de ellos y su aviso a PIN Eugenio Pino». «Llamó para pedirme que convenza a Clon para viajar a Miami y fijar condiciones«.

Y unos meses después, en julio de 2016, los diarios reflejan ya el cambio de actitud de las autoridades de Estados Unidos. Clemente García fue arrestado en un viaje a Líbano. Fue entonces cuando Villarejo hizo todo lo posible para liberarle. Como por ejemplo llamar a un mando de la Guardia Civil destinado en este país: «Está retenido en Beirut por una orden de Interpol España de 2003 que no sabe si está actualizada«.

También intentó que le trasladaran a la prisión de Aley. El 27 de octubre de 2010 Líbano aprobó la extradición de Clemente Marcet a Francia, país que le reclamaba por blanqueo de capitales de la droga.

El socio de Villarejo también habría colaborado en una operación secreta al sur de España: «Sigue insistiendo en que tiene datos muy buenos de interés policial», redactó el 12 de septiembre de 2017 Villarejo, quien años antes ya se había enfrentado a Estados Unidos cuando declaró en la Audiencia Nacional en un intento de frenar la extradición a este país del traficante de armas Monzer Al Kassar, a quien identifica en las agendas como «Luisito».

Se libró de la Audiencia Nacional

Las agendas de Villarejo de 2008 y 2009 también desvelan un supuesto plan que ejecutó el clan policial para conseguir que la Audiencia Nacional archivara una causa contra Clemente Marcet por blanquear dinero del narcotráfico.

Esta actuación de Villarejo con el FBI confirma las conclusiones de Miguel Serrano, uno de los fiscales del caso Tándem, quien en el juicio ya apuntó que Villarejo utilizaba su condición de policía e incluso de colaborador del CNI para obtener beneficios económicos.

Durante la vista oral que se celebra en la Audiencia Nacional contra el comisario jubilado Serrano afirmó, de forma textual: «No negamos que el señor Villarejo sea espía o exespía, que colaboraba externa, aleatoriamente o estructuralmente con los servicios secretos españoles.

Lo que nos interesa es que, si lo hace, y parece ser que aquí lo haría, aprovecha esa función, naturalmente autorizada y conocida por sus mandos, incluida su colaboración con el CNI, para lucrarse, eso es lo que es absolutamente intolerable y reprochable. Y eso es lo que parece evidenciar, lejos de la intención exculpatoria de estos correos, la actuación delictiva del señor Villarejo».

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