La seguridad digital enfrenta hoy una de sus mayores amenazas. Mientras que los hackers desarrollan técnicas más sofisticadas para vulnerar sistemas y obtener datos confidenciales, la inteligencia artificial se presenta como una herramienta clave en la defensa de los datos. Un estudio de IBM predice que, para 2025, el 75% de las violaciones de datos podrán ser prevenidas por IA, destacando su potencial en la lucha por la ciberseguridad.
“Estamos viendo ataques que son cada vez más complejos y rápidos. Para combatirlos, es fundamental contar con herramientas que tengan la capacidad de reaccionar en tiempo real, y la inteligencia artificial lo hace posible. A diferencia de los métodos tradicionales, la IA puede identificar patrones de riesgo en segundos, dándonos una oportunidad de respuesta inmediata” comentó Ignacio Munizaga CEO de Magnet.
La IA en ciberseguridad permite analizar grandes volúmenes de datos para identificar anomalías y posibles amenazas, algo que sería imposible de hacer de forma manual. Esta capacidad de aprendizaje y adaptación es especialmente útil ante un cibercrimen que evoluciona constantemente.
“Los hackers están en una carrera constante para superar nuestras defensas. Esto convierte a la IA en una herramienta de predicción y adaptación esencial en la lucha contra el cibercrimen” afirmó Munizaga.
Sin embargo, la inteligencia artificial también es utilizada por los atacantes, quienes emplean algoritmos de IA para crear ataques más eficientes y difíciles de detectar. “Lo que estamos viendo es una especie de guerra de IA contra IA. La misma tecnología que nos protege está siendo empleada para crear amenazas más avanzadas. Esto hace que los defensores deban actualizar y mejorar sus algoritmos continuamente para no quedar atrás” el director de Magnet.
Según un informe de Fortinet, durante el 2024, Chile experimentó 6,4 mil millones de intentos de ciberataques, con los meses de julio y agosto registrando la mayor cantidad de actividad. Esto refleja que el panorama de amenazas sigue expandiéndose y adaptándose constantemente.
El futuro de la ciberseguridad depende en gran medida de la capacidad de la inteligencia artificial para mantenerse un paso adelante en esta compleja batalla. “La IA representa una esperanza para protegernos del cibercrimen, pero es una lucha que exige innovación continua. Aunque la tecnología es clave, el cibercrimen es una amenaza que requiere un esfuerzo constante para poder ser contenida” concluyó Munizaga.