¿Qué revelan los asesinatos de miembros de la mafia albanesa en Ecuador?

Desde 2017, al menos seis albaneses, serbios y montenegrinos han muerto baleados en Guayas. Según las investigaciones, enviaban droga y hasta tenían nexos con policías.

El albanés Dritan Gjika es una de las figuras más visibles de la mafia albanesa en Ecuador. Estableció nexos para el tráfico de drogas hacia Europa y lavado de activos.

Su captura el 26 de mayo de 2025 en Emiratos Árabes se considera uno de los golpes al crimen organizado. Gijka tenía dos notificaciones roja de la Interpol y su red -atribuida al clan familiar balcánico Kompania Bello- incluía un nivel directivo, logística y colaboradores para blanqueamiento de fondos y el envío de cocaína.

Uno de sus principales socios era el kosovar Remzi Azemi. El extranjero fue mencionado como sospechoso en el asesinato de un albanés y un montenegrino ocurridos en 2017 y 2018 respectivamente.

Azemi fue capturado en Macedonia -país del este de Europa en la región de Los Balcanes- en 2023 por una boleta de difusión roja en su contra por el doble crimen de 2018 en el sector de Casas Viejas en Guayaquil.

Por eso, debía ser extraditado al país para hacer efectiva una orden de prisión preventiva en su contra. Públicamente, no se conoció si llegó a Ecuador, pero en abril de 2024, su abogado notificó la muerte del capo kosovar -de 42 años- a causa de un infarto por insuficiencia respiratoria cuando estaba en su vivienda en el centro de Guayaquil.

Cuatro años antes, en 2014, fue señalado como un cabecilla del narcotráfico de la mafia albanesa. La investigación derivó en su detención y posteriormente fue liberado.

El montenegrino y su esposa ejecutados a tiros, no han sido los únicos casos de miembros de la mafia albanesa asesinados en Guayas. De hecho, se han registrado desde 2017 al menos seis hechos violentos, en los qué – de acuerdo a las investigaciones- están relacionados los integrantes de esta red narco que han llegado al país.

Los miembros de la mafia albanesa asesinados en Guayas y su relación

Uno de los primeros albaneses asesinados en Guayaquil fue Hidri Ilir en 2017. Sicarios lo acribillaron cuando caminaba por las calles 36 entre la C y la Ch.

Las investigaciones determinaron que Hidri Ilir era parte de la mafia albanesa, dedicada al narcotráfico. La Policía estableció que otro miembro de la misma red -Azemi Remzi- había sido el autor intelectual para apropiarse de los inmuebles de la víctima. Ese caso permitió identificar a una mujer como coautora, que está prófuga y la detención de otros albaneses: Tresa Adriatik y Shefit Zeneti por tenencia ilegal de armas.

Dos meses después, en julio de 2017, Azemi Remzi fue víctima de un atentado cuando iba en un auto blindado de alta gama por el centro de Guayaquil. Ahí se identificó que uno de los posibles autores intelectuales era Tresa Adriatik en venganza por el asesinato de su socio Hidri Ilir.

En marzo de 2018, ocurrió el asesinato de montenegrino Kacanic Fadil y su pareja ecuatoriana Elsa Gallegos Chacón. Ambos fueron sacados de su casa en Ceibos en falso operativo policial y llevados a un camino de tercer orden en la vía a la Costa, donde los vendaron, maniataron y ejecutaron.

Según la Policía, los criminales iban en tres vehículos y se robaron bienes materiales y droga. Kacanic Fadil tenía vínculos familiares con Azemi Remzi: era el tío del kosovar.

Kacanic Fadil había sido sentenciado a 12 años en 2010 por tráfico de drogas. En 2015 recibió rebaja de pena y luego estuvo en un programa de reinserción social y salió libre.

Para 2020, en otro falso operativo policial, el albanés Tresa Adriatik fue asesinado en la sala de su casa, en una urbanización privada en Samborondón. Los sicarios usaron fusiles y el crimen -según la Policía- fue por retaliación en temas relacionados al tráfico de drogas. Hubo seis detenidos, incluidos familiares el albanés.

En ese año, también asesinaron en Samborondón al albanés Sasa Spasic de 56 años. Estaba en una plaza comercial cuando lo balearon. En su casa, la Policía halló dinero y documentos de conexiones para exportaciones.

En 2022 y 2023, otros dos albaneses murieron tras ser baleados. Uno de los casos fue en un restaurante y el otro, afuera de un hospital en Guayaquil.

Los crímenes dejaron al descubierto los vínculos entre los fallecidos con la mafia albanesa. En las investigaciones, la Fiscalía extrajo la información de los teléfonos en las que se evidenciaría conversaciones relacionadas al cobro de dinero, envío de droga, y más.

ecuavista

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