Hace no demasiado tiempo se hablaba de él como uno de los futbolistas más prometedores del fútbol europeo, pero las cosas han cambiado ostensiblemente en ese sentido para Mohammed Ihattaren en los últimos tiempos.
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El futbolista neerlandés, de 21 años de edad, ha sido detenido dos veces en apenas cuatro meses por vinculación con el crimen organizado y presuntas agresiones a su expareja, y la Juventus, equipo al que pertenece, ya trabaja con sus abogados para rescindir su contrato.
Según De Telegraaf, la policía le detuvo el pasado mes de febrero por ser «sospechoso de agredir a su exnovia» y en noviembre ya había sido arrestado por «amenazas y mantener vínculos estrechos con delincuentes del crimen organizado» según el mismo rotativo neerlandés.
De hecho, hace tiempo que no se presenta a los entrenamientos de la Juventus después de que sus cesiones a la Sampdoria y al Ajax, intentos de relanzar su carrera, no salieran demasiado bien. Tal es la situación, que desde el entorno del jugador ya estarían dejando caer que se está planteando dejar el fútbol a pesar de tener solo 21 años y haber sido hace no demasiado tiempo una de las grandes esperanzas del fútbol de Países Bajos.
