Desde ayer al medio día, para el Kremlin, las ciudades que están al este de Ucrania, (Donetsk y Lugansk), ya no son de ese país sino ‘repúblicas independientes’. Así lo confirmó el propio Vladímir Putin, luego de firmar un Decreto diplomático que ya le había dado a conocer al gobierno alemán y francés, en lo que según él “volver a organizar los mapas”.
Antilavadodedinero / Larepublica
Las dos zonas (que para occidente siguen siendo ucranianas) son reconocidas por estar en dominio de separatistas financiados desde Moscú, tienen más de 80% de las personas que viven allí (casi 2 millones) con pasaporte ruso y este, como su idioma oficial. Al cierre de esta edición se conoció que Moscú ordenó mover algunas de las 190.000 tropas que estaban en la frontera de estos dos puntos.
Todo ocurrió unas horas más tarde del mensaje de casi una hora que emitió Putin por televisión, en el que para Estados Unidos se vio a un presidente que “estaba enfocando en justificar la invasión a Rusia”, dijo el Departamento de Estado.
Y en efecto, creció el temor a una posible guerra. El impacto se sintió en los mercados del globo, tan solo la previsión de pérdidas del S&P500 para el cierre de la semana de Goldman Sachs es de una caída de hasta 2,4% para el viernes.
Los principales índices seguían en rojo por quinto día consecutivo, el S&P500 perdió 0,72% quedando en 4.348,87 puntos, mientras que otros afectados fueron el Dow Jones que retrocedió 0,68% a 34.079,18 unidades; o el Nasdaq, que fue el de mayores golpes, perdió 1,2% cerrando en 13.548,07.
Caso contrario ocurrió con el petróleo, el crudo se vio beneficiado al alza por los temores de bloqueos en los suministros en medio de la tensión en Ucrania, por eso a las 5:30 p.m. de Colombia, el Brent se negociaba en el mercado de futuros a US$94,7 con una subida de 3,7%; mientras que el WTI crecía 2,8% a US$92,8 por barril.
Los analistas ven una semana aún complicada no solo para Wall Street sino para los mercados del mundo, pues las decisiones de Moscú la ponen en una línea proguerra, y eso se vio aún más cuando el Kremlin pidió en su Decreto que Donetsk y Lugansk vuelvan a sus fronteras anteriores a 2014, esto implica que ciudades como Slovyansk, Mariupol y Kramatorsk, que actualmente están bajo control ucraniano, pierdan esa soberanía.
De inmediato las potencias empezaron a pronunciarse, y se esperan sanciones económicas para Rusia durante los próximos días. El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, explicó que consideran que la decisión de la Federación de Rusia “es una violación de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania y es incompatible con los principios de la Carta de las Naciones Unidas”.
Oídos sordos
Estados Unidos, Alemania y Francia reaccionaron con un mensaje: “La declaratoria de independencia impulsada por Rusia, no quedará sin respuesta”. Aún así, el ejército rojo expuso planes de movimientos de tropas y delegados de Moscú para “apoyar procesos de organización de paz y logística”.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha propuesto una reunión con Sergei Lavrov, su homólogo ruso, esta semana en Europa que podría conducir a una cumbre entre los presidentes Biden y Putin. El domingo, en una medida negociada en parte por Macron, Biden acordó en principio reunirse con el líder del Kremlin, siempre que Rusia se retire de un posible ataque contra Ucrania.
Putin pareció defender la invasión del vecino más pequeño de Rusia y describió a Ucrania como una herramienta utilizada por Occidente para la confrontación con Moscú que “representa una gran amenaza” para el país, dijo.
Putin también acusó a Ucrania de adoptar una postura hostil hacia las áreas de Donbas controladas por Rusia y dijo que el gobierno de Kiev no estaba dispuesto a implementar el acuerdo de alto el fuego de Minsk firmado después de que las fuerzas ucranianas fueran derrotadas en Donbas en 2015. Ucrania ha rechazado la interpretación de Moscú del acuerdo, que dice que proporciona a los representantes de Rusia un veto sobre cualquier intento de alinearse con Occidente.