Razones del por qué EEUU busca a los cabecillas del Eln

Durante décadas, el Ejército de Liberación Nacional (Eln) se había mantenido por fuera del radar de las autoridades estadounidenses. Al menos en lo que se refiere al narcotráfico.

Antilavadodedinero / eltiempo

Si bien este grupo es considerado terrorista por este país desde 1999, hasta ahora no lo habían vinculado por tráfico de estupefacientes. Por eso llamó la atención que Washington solicitará en extradición en febrero pasado a 11 de sus miembros.

Una de las cuales, la de José Gabriel Álvarez Ortiz, ya fue aprobada por la Corte Suprema de Justicia y firmada por el presidente Iván Duque. Se trata del primer miembro de este grupo que enfrentará cargos ante una corte de este país, en Texas, por este delito.

Lo curioso es que, a la fecha, el ELN no figura como organización narcotraficante en ninguno de los listados que realiza EE. UU. anualmente y donde suele identificar a quienes se dedican a esta actividad.

En el departamento del Tesoro, la Oficina para el Control de Activos (OFAC por su sigla en inglés), incluye al ELN como una FTO (Organización Terrorista Extranjera) y como un SDGT (Terrorista Global Especialmente Designado) con fecha de este 31 de marzo. Ambas categorías implican sanciones económicas y bloqueo de activos contra el grupo. Pero no figuran como SDNT (Narcotraficante Especialmente Designado) o SDNTK (Capo Narcotraficante Especialmente Designado), dos categorías que se desprenden de la llamada Lista Clinton y que se asocian directamente con tráfico de drogas.

Para ponerlo en contexto, las Farc, las disidencias de las Farc y grupos como Los Urabeños y el Clan del Golfo si reciben este tratamiento por parte del departamento del Tesoro e implica que todos sus miembros están sujetos a sanciones financieras.
Igualmente, en los dos últimos reportes oficiales en los que EE.UU. evalúa el narcotráfico mundial y sus responsables tampoco figura el Eln.

«Las fuentes de financiación ilegal que ha usado este grupo en el pasado -secuestro extorsivo, minería ilegal, etc.) se han comenzado a secar y por eso estarían gravitando hacia el narcotráfico».

En la Valoración Anual sobre Drogas que realiza la DEA correspondiente al año 2020, aparecen las disidencias de las Farc y Bacrim (Urabeños, Clan del Golfo) como los principales responsables del tráfico de estupefacientes en el país. Y se bien mencionan otros «grupos pequeños», no los identifican con nombres.

Y lo mismo sucede con el informe anual sobre narcotráfico año 2020 que publicó en marzo el Departamento de Estado.Eln copa espacios dejados por las Farc

De acuerdo con múltiples fuentes consultadas por EE. UU., el surgimiento del Eln como grupo narco, al menos desde la perspectiva judicial en EE.UU. es un fenómeno relativamente nuevo. De acuerdo con estas fuentes han comenzado a detectar que desde la firma de los acuerdos de paz en el 2016, cuando parte de las Farc se desmovilizó y abandonó el negocio, se crearon vacíos en la cadena que han comenzado a ser llenado por otros grupos, entre ellos el Eln.

Además, sostienen, las fuentes de financiación ilegal que ha usado este grupo en el pasado -secuestro extorsivo, minería ilegal, contrabando etc.) se han comenzado a secar y por eso estarían gravitando hacia el narcotráfico.

Lo otro que explican las autoridades es que por lo general el trabajo investigativo de la DEA y los procesos ante las cortes de EE.UU. por lo general antecede a este tipo de designaciones globales que suelen requerir de una revisión inter agencial que toma tiempo.

En otras palabras, es muy probable que en los próximos meses el grupo como un todo comience a figurar más alto en el radar y termine relacionado directamente relacionado en las listas de la OFAC y en los informes de DEA y del Departamento de Estado.

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