Un banquero suizo que quedó en el centro de atención de un caso de lavado de dinero venezolano de miles de millones de dólares en Miami ha recibido una de las mayores reducciones de condena en la historia de Estados Unidos debido a su asistencia a las autoridades federales a desentrañar una red internacional de corrupción financiera.
Antilavadodedinero / elnuevoherald
Matthias Krull, que está en libertad bajo fianza desde su arresto en el verano de 2018, ha visto reducida a tres años y medio su condena de 10 años por un juez federal, una reducción del 65%, el doble de la reducción normal por cooperación, según un archivo judicial dado a conocer el martes.
Los fiscales elogiaron la ayuda de Krull en el caso de corrupción que involucra a cleptócratas venezolanos acusados de robar sumas masivas de su gobierno y trasladar el dinero a Europa y el sur de Florida.
Krull, de 47 años, no tiene que entregarse en prisión hasta julio, pero incluso ese plazo sigue en el aire porque ya ha sido retrasado varias veces. Declinó hacer declaraciones para este reportaje.
Krull ha sido acreditado por ayudar a fiscales e Investigaciones de Seguridad Nacional a obtener acuerdos de culpabilidad de otros dos acusados en el caso de confabulación de lavado de dinero de $1,200 millones, un administrador de dinero de Miami que será sentenciado el jueves y un ex funcionario petrolero del gobierno venezolano será sentenciado en mayo, según registros judiciales. También ayudó a conectar a los fiscales en Miami con banqueros en Suiza y otros países europeos para recopilar información valiosa sobre los esquemas de lavado de dinero venezolanos en todo el mundo.
El abogado defensor del suizo, Oscar S. Rodríguez, dijo que estaba agradecido por la reducción de la sentencia de su cliente, recomendada por la fiscalía federal y aceptada por la jueza federal de distrito Cecilia Altonaga, pero declinó hacer más comentarios debido a la investigación en curso.
Cuatro de los nueve acusados en el caso —que implicaban préstamos falsos otorgados a la petrolera estatal que fueron reembolsados con dinero lavado a través de los sistemas de cambio de divisas favorables del gobierno— han comparecido ante un tribunal federal en Miami. El resto son considerados fugitivos en Venezuela y otras partes de Sudamérica.
Inicialmente, se creyó erróneamente que Krull era el cabecilla del grupo porque fue el primero en ser arrestado cuando llegó al Aeropuerto Internacional de Miami en julio de 2018. Pero la realidad era muy diferente. Aunque era un banquero suizo bien conectado que operaba en Panamá y Venezuela, fue llevado al esquema de lavado de dinero al final del juego para ayudar a mover cientos de millones de dólares de Europa a Estados Unidos, una tarea que él y sus asociados nunca completaron.
Aunque nunca fue compensado por su papel secundario en el plan, Krull fue condenado a pagar $600,000 como castigo financiero como parte de su sentencia inicial de 10 años de prisión, ahora drásticamente reducida.
La relación pasada de Krull con el verdadero cabecilla, Francisco Convit Guruceaga, y otras élites venezolanas sospechosas de robar cientos de millones a la petrolera estatal PDVSA, le permitió ayudar a los fiscales a averiguar cómo movieron sus fondos ilícitos en todo el mundo, como Suiza, España, Portugal, Lichenstein y Malta.
Algunos de los cleptócratas venezolanos imputados en una acusación tienen conexiones con Nicolás Maduro, sospechoso de la investigación en curso, según fuentes policiales federales familiarizadas con el caso. Los tres hijastros de Maduro también son objeto de pesquisas, junto con un rico magnate de la televisión de Caracas, Raúl Gorrín., cuyo banquero era Krull.
Krull, un ciudadano alemán que trabajaba para el banco suizo Julius Baer Group, fue encargado de trasladar $600 millones en fondos venezolanos robados de un banco europeo a Estados Unidos a beneficio de los tres hijastros de Maduro, Gorrín, funcionarios de PDVSA y otros involucrados en el esquema, que duró de 2014 a 2016, según fuentes familiarizadas con la investigación.
Las autoridades estadounidenses dicen que los fondos robados fueron lavados a través del cambio de divisas del gobierno venezolano para aumentar su valor antes de ser transferidos a Portmann Capital Management en Malta. Algunos de esos fondos malversados fueron finalmente invertidos en bienes raíces de lujo en Miami y otros activos.
En un caso federal separado en el sur de Florida, Gorrín fue acusado en 2018 de confabularse con el ex tesorero nacional venezolano Alejandro Andrade para malversar más de $1,000 millones del gobierno. Andrade se declaró culpable de un cargo de confabulación para lavar dinero y fue sentenciado a 10 años de prisión.
Andrade ha ayudado a la fiscalía y a Investigaciones de Seguridad Nacional a presentar el caso contra Gorrín, quien también tenía vínculos con el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.