La refinería suiza de oro Metalor Technologies anunció que ya no se ocupará de las operaciones de minería artesanal. La compañía argumenta la dificultad y el creciente costo de asegurar que el oro sea obtenido en cumplimiento de los derechos humanos y los estándares ambientales.
MetalorEnlace externo ha sido objeto de repetidas críticas por hacer negocios con minas de oro en Sudamérica que no se preocupan ni por sus trabajadores ni por el hábitat circundante. Parte del oro refinado también ha sido vinculado por ONG con el lavado de dinero.
La empresa ha refutado muchas de las acusaciones que le han hecho grupos de derechos humanos. Sin embargo, el año pasado ya había dejado de hacer negocios con las minas artesanales en PerúEnlace externo, al tiempo que declaraba medidas autorreguladas para combatir los abusos en el comercio del oro. El anuncio del lunes también señala el fin de sus actividades artesanales en Colombia.
Los grupos de presión se han quejado de que la diligencia debida de Metalor no estaba detectando las puertas traseras a través de las cuales el «oro sucio» supuestamente llegaba a la refinería.
«La creciente complejidad de la cadena de suministro en este sector hace cada vez más difícil para Metalor continuar sus relaciones comerciales con las operaciones de minería artesanal», dijo el CEO de Metalor, Antoine de Montmollin, en un comunicado.
«Metalor lamenta esta bien pensada decisión, pero no cederemos en la defensa de una cadena de valor más sostenible en el sector del oro».
Eluden el problema
Mark Pieth, defensor de una mayor rendición de cuentas en el sector suizo de las materias primas, rechazó la decisión de la empresa. Considera que cortar los lazos con los puntos conflictivos en respuesta a las críticas no es la respuesta porque priva a comunidades enteras de sustento.
«En realidad, es eludir el tema porque, de hecho, las refinerías deberían asumir su responsabilidad y ayudar a limpiar en lugar de limitarse a cortar y correr”, dijo a swissinfo.ch.
Pieth, quien este mes publica un libro sobre el blanqueo de dinero, señala también que el abastecimiento de oro exclusivamente de la minería a gran escala no es garantía de una cadena de suministro libre de problemas. La minería a gran escala ha sido asociada con la contaminación ambiental, así como con el desplazamiento y la expropiación de comunidades indígenas.
Suiza, que alberga cuatro de las principales empresas mundiales del ramo, ha acaparado prácticamente el mercado del procesamiento del oro. En 2017, el país importó 2 404 toneladas de oro (por un valor total de 69 600 millones de francos suizos), mientras que 1 684 toneladas fueron exportadas (66 600 millones de francos suizos).
El año pasado, el gobierno publicó un informe sobre el vínculo externo del sector del oro y dijo que estaba trabajando con la industria para mejorar los «estándares de sostenibilidad».
Si las refinerías suizas rechazan el oro artesanal, es probable que las refinerías de los Emiratos Árabes Unidos o de la India que se preocupan aún menos por seguir las buenas prácticas, destacó Pieth.
ALD/SWI